Rafael G. Vargas Pasaye
Hace unos días la encuestadora Gabinete de Comunicación Estratégica hizo público un estudio demoscópico levantado en todo el territorio nacional que vale la pena su lectura por el momento en el que atraviesa el país, de definición y de cambio de administración.
Interesante resulta analizar cómo se ve la sociedad mexicana hoy en día y su comparación hace cinco años así como con sus prospectiva dentro de un lustro. A la pregunta ¿En qué escalón cree estar ahora?, el promedio de respuesta fue 6.8 (en una escala de cero a diez), a su pasado lo calificó con un 6.5 (o sea que hubo mejoría), y a su futuro le colocó un 7.4, buena noticia para las administraciones entrantes.
Mismos valores de calificación la pregunta ¿qué tan feliz es usted?, tuvo una respuesta promedio de 8.2; qué tan satisfecho está con su vida un 8.0; qué tan satisfecho con su vida familiar 8.7; qué tan satisfecho con su vida de pareja 8.2 (curioso este resultado si se compara con el inmediato anterior).
¿Qué tan satisfecho está con su vivienda? 7.9 (seguimos en escala del cero al diez); ¿qué tan satisfecho con el lugar donde vive? 7.6; con su situación económica 6.8, notoria la baja en todas las ciudades en este aspecto, hay una insatisfacción natural por el salario que se percibe y por cómo nota la población que los precios suben de forma dispar con el salario y el poder adquisitivo.
En el renglón del afecto por México el promedio nacional llegó al 8.5, la gente se siente identificada con su país. Pero ya entrando a detalle podemos analizar que, por ejemplo, a la pregunta ¿qué tan interesado está usted en la política?, las respuestas fueron: Mucho 25.2 y Algo 29.4, sumando entre ambas 54.6%; mientras que el Poco 27.1 y el Nada 17.4 sumaron 44.5%.
En lo relativo a la confianza en las instituciones vemos que el Instituto Nacional Electoral obtuvo 4.8 (misma escala del cero al diez); el Poder Judicial de la Federación 4.0; la Presidencia de la República 3.5; el Congreso (entendida como la Cámara de Diputados y Cámara de Senadores) 3.2; los Partidos Políticos 3.2; y el Presidente Enrique Peña Nieto 2.9.
Las instituciones si bien pueden estar mal calificadas deben ser fortalecidas porque en ellas se basa el desarrollo de los planes y acciones de los tomadores de decisiones en nuestro México, aquella legendaria frase de “al diablo las instituciones” debe revalorarse a la inversa, no puede haber pueblo fuerte con instituciones débiles, para hablar el idioma de moda.
Se requiere, en suma, que las instituciones generen confianza y que su trabajo se refleje en la realidad cotidiana de las familias, en esas actividades que le hacen al ser humano ser un poco más feliz, y calificar el lugar en el que vive como el mejor del mundo, con servicios básicos de calidad (salud, transporte, pavimentación, espacios deportivos, áreas verdes, lugares de esparcimiento, seguridad, agua, alumbrado público, drenaje).
En medida de que los nuevos gobernantes entiendan esta dinámica, los estudios demoscópicos registrarán las diferencias y serán en beneficio de todos.
@rvargaspasaye