Redacción Sentido Común
Astrónomos han descubierto un raro sistema solar sincronizado con seis planetas moviéndose como una gran orquesta cósmica, al margen de fuerzas externas desde su nacimiento hace miles de millones de años.
El hallazgo, anunciado este miércoles, puede ayudar a explicar cómo surgieron los sistemas solares en la Vía Láctea. Éste se encuentra a 100 años luz de distancia, en la constelación de Coma Berenices. Un año luz equivale a 5,8 billones de millas.
Un par de satélites cazadores de planetas, el Tess de la NASA y el Cheops de la Agencia Espacial Europea, se unieron para realizar las observaciones.
Ninguno de los planetas en perfecta sincronía se encuentra dentro de la llamada zona habitable de la estrella, lo que significa poca o ninguna probabilidad de vida, al menos tal como la conocemos.
“Aquí tenemos un objetivo de oro” para comparar, dijo Adrien Leleu de la Universidad de Ginebra, que formó parte de un equipo internacional que publicó los resultados en la revista Nature.
Esta estrella, conocida como HD 110067, puede tener incluso más planetas. Los seis encontrados hasta ahora tienen aproximadamente dos o tres veces el tamaño de la Tierra, pero con densidades más cercanas a las de los gigantes gaseosos de nuestro propio sistema solar. Sus órbitas varían de nueve a 54 días, lo que los sitúa más cerca de su estrella que Venus del Sol y los hace extremadamente calientes.
Según los científicos, como planetas gaseosos, se cree que tienen núcleos sólidos hechos de roca, metal o hielo, envueltos por gruesas capas de hidrógeno. Se necesitan más observaciones para determinar qué hay en sus atmósferas.
Este sistema solar es único porque los seis planetas se mueven de manera similar a una sinfonía perfectamente sincronizada, dijeron los científicos. En términos técnicos, se denomina resonancia a la que es “precisa, muy ordenada”, afirma el coautor Enric Palle, del Instituto de Astrofísica de Canarias.
El planeta más interior completa tres órbitas por cada dos de su vecino más cercano. Lo mismo ocurre con el segundo y tercer planeta más cercanos, y con el tercero y cuarto planetas más cercanos.
Los dos planetas más externos completan una órbita en 41 y 54,7 días, lo que da como resultado cuatro órbitas por cada tres. Mientras tanto, el planeta más interior completa seis órbitas exactamente en el tiempo que el más exterior completa una.
Según los científicos, se cree que todos los sistemas solares, incluido el nuestro, comenzaron así. Pero se estima que sólo 1 de cada 100 sistemas ha conservado esa sincronía, y el nuestro no es uno de ellos. Los planetas gigantes pueden desequilibrar las cosas. Lo mismo ocurre con los bombardeos de meteoritos, los encuentros cercanos con estrellas vecinas y otras perturbaciones.
Si bien los astrónomos conocen entre 40 y 50 sistemas solares sincronizados, ninguno tiene tantos planetas en un paso tan perfecto ni una estrella tan brillante como ésta, dijo Palle.
Hugh Osborn, de la Universidad de Berna, que formaba parte del equipo, quedó “conmocionado y encantado” cuando los períodos orbitales de los planetas de este sistema estelar se acercaron a lo que predijeron los científicos.