Rafael G. Vargas Pasaye
Una de las principales notas de la semana pasada fue cortesía del vocero para la crisis de salud, el subsecretario de promoción de la salud, Dr. Hugo López-Gatell, quien justo el día que México rebasó la cifra de las 200 mil muertes por Covid-19, él prefirió utilizar la estrategia de la confrontación.
Señaló que era previsible que al otro día los principales medios retomaran la cifra y la llevaran en la portada o en las notas principales, puesto que así lo habían hecho anteriormente: “Cuando llegamos a 30 mil lo pusieron, cuando llegamos a 50 mil lo pusieron, cuando llegamos a 100 lo pusieron, no sería de extrañar que a 200 mil. Parece que hay una afición por los números redondos cada vez que se completa una cifra les gusta ponerlo”.
Luego editorializó: “Ha habido también en estos medios y varios otros de televisión, de radio esta afición por concentrarse en el lado más triste de la epidemia. Y pienso que en ese sentido esa obsesión atiende a varias razones, que ya las hemos comentado varias veces: desde luego la posibilidad de tener más ganancias, aumentar la rentabilidad de los periódicos, que suban las acciones, en fin, el aspecto comercial”.
Para dar paso a la acusación: “Pareciera como que fueran sus representantes. No estoy seguro que 200 mil familias le hayan conferido esta capacidad de representación a estos medios y a sus accionistas, a sus propietarios que, como ha señalado el presidente, representan precisamente diversos grupos de interés económico, político que están en contra de los cambios que están ocurriendo en esta etapa del gobierno”, como si el gobierno y sus proveedores no fueran también personas e instituciones con intereses.
Lo que hace bien el vocero es mantener la estrategia de confrontación con los que informan las malas noticias para el Gobierno. Los mismos señalados en la conferencia de prensa mañanera por el presidente AMLO, los que dibujan una realidad que no le es cómoda o que no se adecua a la realidad en la que viven tanto el mandatario como su vocero.
Lo que hace bien López-Gatell es mantener la narrativa de que pese a la catástrofe vamos bien porque tenemos camas disponibles. Se eligió en esta estrategia y en esta narrativa que fuera la disponibilidad de las camas en los hospitales la medida del éxito o fracaso. Siendo que, como se ha dicho en muchos espacios, eso no refleja la atención de la pandemia, puesto que puede haber camas disponibles, pero no médicos, pero no medicamentos. Sin embargo cada noche se informa el número de camas disponibles.
Lo que hace bien López-Gatell es usar cuando le conviene la semofarización que cuando va en contra de lo que pide el ejecutivo pronto se prestan a cambiar o a echar culpas a los gobiernos locales. Así que no todo lo que hace López-Gatell está mal. Eso sí, pareciera que se le acabó el brillo de rockstar, pero esa es otra historia.
Pd. Ojalá y las autoridades estén pensando en una estrategia postpandemia para todos aquellos integrantes del sector salud (médicos, enfermeras, camilleros, entre otros) que se contrató por urgencia y que a la larga, cuando la pandemia se controle y disminuyan los casos, ya no tendrá el carácter de urgente su presencia pese a ser necesaria, por lo que sería bueno al menos que comenten alternativas.
@rvargaspasaye