Rafael G. Vargas Pasaye
El sábado una de las principales notas que se movió en redes sociales digitales y en diversos medios de comunicación fue la detención de más de 150 personas a quienes para fines periodísticos llamaremos civiles armados, quienes habían tomado la autopista siglo XXI, una de las más estratégicas que tiene como punto de salida la capital mundial del aguacate: Uruapan, Michoacán.
Más tarde un medio de circulación nacional señaló que en la localidad de Quinceo, perteneciente al municipio de Paracho, un grupo de habitantes habían retenido a elementos de la Guardia Nacional y seis vehículos de la corporación; al mismo tiempo en la unidad deportiva de la cabecera del mismo municipio de Paracho, el famoso grupo musical “Los Tucanes de Tijuana” engalanaba la edición de este año de la “Feria de la Guitarra”.
Dicha festividad concluyó el domingo a medio día con lo que se conoce popularmente como la “entrada” de los guitarreros, oficio que le da esencia y fama mundial a este punto de la meseta purépecha.
Ese momento climático de feria y sobre todo de cierre convoca a miles de personas quienes volvimos a presenciar sus actividades, las cuales por tema de COVID-19, como en muchos lugares, habían dejado de realizarse.
Incluso el día sábado mientras la noticia en mención se daba en redes sociales, nosotros en familia presenciamos un concurso de globos de cantoya en el municipio de Cherán, caracterizado por su autogobierno desde hace más de 10 años.
Vale la pena señalar que tanto en el recorrido a este como a otros destinos dentro de Michoacán, se pudo ver el ánimo de la gente por atender a sus visitantes, por disfrutar de su gastronomía y por seguir con su vida normal pese que en las noticias también se hable de otras cosas.
Ni la vida real ni el acontecer mediático están enfrentados y tal parece que hemos aprendido a vivir con ambos y ese reflejo de Michoacán seguramente lo vemos en muchas otras partes de nuestro país.
A ello hay que sumar que la belleza de nuestros estados y país va más allá de lo que se habla en redes sociales digitales, así como mucho más allá de un like o lo que diga un influencer. Se trata de la vida real, de lo cotidiano de muchas familias, de muchas realidades, de un fenómeno que no siempre se comprende desde el centralismo de un escritorio.
Celebro que sigan las fiestas patronales en todo el país, que regrese ese orgullo de presumir lo que se es, de que haya flujo económico en momentos que parece de tropiezos, que los abrazos a la familia también se den cita de manera más frecuente, aunque ninguno de estos aspectos lo veremos en las noticias que se vuelvan tendencia en redes sociales.
@rvargaspasaye
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