Redacción Sentido Común
El contacto con la naturaleza y la construcción de relaciones sociales son esenciales para experimentar la felicidad, señala Manuel González Oscoy, profesor de la Facultad de Psicología de la UNAM. La felicidad es una respuesta emocional a mejoras en nuestra vida, pero cuando se estabiliza, se convierte en bienestar, un estado más duradero. Además, la interacción social y la reducción del ego pueden contribuir a una vida más plena y satisfactoria.
Factores como la economía, la educación y la seguridad también influyen en los niveles de felicidad de un país. Según González Oscoy, naciones con mayor igualdad social tienden a ser más felices, mientras que sociedades con alta competencia por el estatus pueden ver afectado su bienestar. En el marco del Día Internacional de la Felicidad, el especialista destaca que la búsqueda constante de satisfacción es parte de nuestra naturaleza y clave en la construcción del propósito de vida.