Rafael G. Vargas Pasaye
Formar parte de un gabinete presidencial es una de las aspiraciones y reconocimientos máximos de todo profesional. Ocupar la oficina del titular en Educación Pública, Medio Ambiente, Agricultura, Turismo, tiene su peso, su importancia, y su legado, pues cada persona que firma como Secretario o Secretaria imprime su sello.
Por los temas sobre los que ellos pesan, las Secretarías de Gobernación así como la de Hacienda y Crédito Público (SCHP) se inscriben en un cajón aparte, pues en ellas se sostiene la gobernabilidad y las finanzas del país, los dos pilares fundamentales para el desarrollo y la estabilidad.
Esta semana Carlos Urzúa, quien desde el primero de diciembre pasado se venía desempeñando como titular en la SHCP presentó su renuncia al cargo. Más allá de la inestabilidad que generó en un inicio su abrupta salida, y del contenido de la carta con la que lo hizo, llama la atención que haya sido a través de la cuenta de redes sociales que le generaron en el mismo gobierno donde dio a conocer el hecho.
Sin necesidad de que sea mejor o peor, sino por el aspiracional que un cargo de esa talla impone debería seguir siendo anunciado, tanto la llegada como la salida, por el mismo Presidente de la República, es un evento protocolarioque cumpla incluso con la toma de protesta (cuando se hayan superado todos los puntos reglamentarios), por mucho que tengamos avances en la tecnología y las comunicaciones.
Las redes sociales sí funcionan para dar a conocer la noticia en el instante, pero un anuncio institucional de relevo, sale Carlos Urzúa y llega Arturo Herrera, manda un mensaje de estabilidad, pues por lo pronto la comunicación de su salida dice mucho, en un marco donde #TodoComunica, en esta ocasión su salida cimbra más de la cuenta quizá innecesariamente (cfr. Conferencia del Presidente AMLO del miércoles 10 de julio).
La renuncia previa de un titular del gabinete fue la de Josefa González Blanco a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, quien a su vez utilizó las redes sociales para hacer el anuncio, ella en medio de un escándalo donde estuvo involucrado el retraso del despegue de un avión (que estaba esperándola) con destino a la Ciudad de México.
Como detalle anecdótico basta señalar que minutos antes de la renuncia de Urzúa, durante la comunicación que llega por redes sociales que anuncia la conferencia del Presidente, ese día el mensaje fue: “Ya no se tolera ni se permite la corrupción desde el gobierno. Conferencia matutina”.
En suma, un relevo institucional también es una oportunidad para enviar un mensaje positivo, que ayude a mantener los objetivos planteados estratégicamente desde el inicio, pero cuando se carece de idea o de estrategia, las cosas resultan reactivas cual dañinas.
@rvargaspasaye