Raúl Pérez González
Ante la grave crisis financiera, que no académica. ¿La Universidad Autónoma de Nayarit (UAN) podría desaparecer? U ¿Obligar a que sus trabajadores intelectuales y manuales busquen otro trabajo u ocupación para sobrevivir? O bien ¿cobrar colegiaturas a sus alumnos? ¿Se podría privatizar o semi-privatizar?
Fuera y dentro de la universidad existen visiones diversas, a veces muy cortas, respecto de su problemática financiera.
Los grandes números nos permiten tener otra visión de la realidad:
1. El pago de pensiones del gobierno federal para 2020 será de 842 mil millones de pesos (cerca de un billón), casi la misma cantidad que el concepto servicios personales (sueldos de todos el gobierno federal: 927 mil millones). El gobierno federal no tiene un fondo de pensiones.
2. La UAN tampoco tiene un fondo de pensiones, y si lo tuviera, de magnitud suficiente, no tendría problema financiero alguno. Pero su presupuesto depende del gobierno federal en más de 90% (la educación que imparte la UAN es gratuita) y el gobierno federal no quiere asumir ese pasivo.
3. Si el gobierno federal asumiera el costo de las Prepas de la UAN, como debe ser, también desaparecerían los problemas financieros de esta institución. La educación media superior es actualmente obligatoria y por lo tanto responsabilidad del estado, independientemente de que la propia UAN las podría administrar.
4. El costo por alumno de la UAN es de los más bajos a escala nacional (la mitad de lo que es en la UNAM). Si los alumnos de la UAN tuvieran que pagar por su educación tendrían que desembolsar alrededor de 50 mil pesos anuales, ¿los tendrán ellos o sus familias? ¿Y sí tienen más de un hijo en la Universidad?
5. El bajo costo por alumno en la UAN está soportado por los bajos sueldos. Un profesor en promedio en la UAN, con todas las prestaciones habidas y por haber y estímulos docentes, gana menos que el profesor promedio de los bachilleratos federales, y no trabaja menos que ellos.
6. La corrupción pública ha estado en todas partes, no solamente en la UAN, además de que la ineficiencia e ineficacia también representan corrupción (¿Dónde no hay?). En efecto, por ello no crece la economía mexicana. Ese no es el problema principal de la UAN, ni del país, etc.
Nuestro problema principal, en todo México, es siempre pensar en pequeño, es no tener grandes sueños ni grandes metas, ni grandes proyectos. Es gastar la vida en pequeños pleitos intrascendentes. Ese es nuestro problema verdadero.
La cuestión es: ¿de qué profundidad debe ser la magnitud de la crisis, que nos haga actuar como una única comunidad que preserva su autonomía y calidad académica en beneficio de los nayaritas?