Redacción Sentido Común
La guerra de divisas entre Estados Unidos y China genera incertidumbre financiera a nivel global y aunque afecta más la recuperación económica de países desarrollados, este conflicto económico podría impactar en el bolsillo de los mexicanos por la vía de importaciones específicas, afirmaron Alicia Girón y César Salazar, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la UNAM.
Esta situación repercute en el precio de los principales activos internacionales (financieros y no financieros), como el oro y el petróleo. Es el caso de las gasolinas, donde el tipo de cambio es un factor importante, y del refinado a nivel internacional, explicaron los expertos en conferencia de medios.
César Salazar indicó en un comunicado de la máxima casa de estudios, que este episodio entre ambas naciones provocó una devaluación de 3.7 por ciento del peso mexicano, y “aunque hoy se recuperó un poco, tenemos un acumulado de depreciación, aspecto en el que los hogares mexicanos deben poner atención”.
Esta volatilidad económica podría perjudicar otros canales de nuestra economía, como la caída de los precios del petróleo, que necesariamente afectaría las finanzas públicas. “Si ya tenemos una actividad económica débil y un menor gasto público, este panorama podría exacerbar las tendencias negativas”.
Esta guerra de divisas o comercial podría impactar negativamente la economía estadounidense y mundial, y con ello habría una posible desaceleración internacional que afectaría negativamente la economía mexicana, reiteró.