Rubén Aguilar Valenzuela
En el sexenio del presidente López Obrador (2018-2024), el número de las víctimas de extorsión creció a niveles históricos, para sumar 57 499 carpetas de denuncia, según el reporte Víctimas del Delito del Fuero Común, publicado por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Los números de los casos reales de extorsión alcanzan los millones al año y solo en 2023 se registraron 4 900 000, según el INEGI, que con estimaciones de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe), la cifra negra en el caso de extorsión fue de 97.4% entre 2018 y 2023, y llega al 100% en estados como Sonora, Guerrero y Nayarit.
El cobro de piso se ha extendido por todo el país, y ahora es una de las actividades más rentables para los grupos del crimen organizado, que privilegian el tipo de cobro de acuerdo a la entidad federativa de la que se trate, como el limón en Michoacán, la madera en Durango o casinos en distintas entidades del país.
A partir de la pandemia del Covid-19, en el país creció exponencialmente los casos de extorsión por vías electrónicas, de manera especial el teléfono, y se multiplicaron los que se conoce como delitos cibernéticos, que tiene que ver con robo de identidad e intervención en cuentas de WhatsApp. Todos casos de extorsión.
En 2019, se presentaron 9003 denuncias; en 2020, 8380; en 2021, 9408; en 2021, 11 039, que rompió todos los récords desde que se lleva contabilidad de este delito; en 2023, 10 946 y en 2024 (septiembre) 8153. Los especialistas consideran que las víctimas son millones más, pero es un delito, como otros, que no se denuncia por temor a los criminales o desconfianza a las autoridades.
El mayor número de carpetas abiertas sobre denuncia de extorsión durante el sexenio fue en el Estado de México, con 19 512; seguido de Veracruz con 4684; Jalisco con 3696; Nuevo León con 3658; Ciudad de México con 2939 y Guanajuato con 2381. Suman el 68% del total. Y no son nada con relación a los millones de caso de extorsión que ocurren al año en todo el país.
La extorsión en un crimen que ofrece grandes ganancias sin peligro alguno para quienes cometen este delito y con 100 por ciento de impunidad. Es, por lo mismo, que se han convertido en una actividad que ha acogido y multiplicado los grupos del crimen organizado. Es evidente que la política de seguridad del sexenio pasado no hizo nada para frenar el crecimiento de este delito y tampoco para disminuirlo.
Habrá que ver si la estrategia de seguridad del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum (2024-2030) enfrenta el delito de la extorsión, que implica el cobro de piso, y reducen sus niveles o siguen igual que en el sexenio anterior. Las estadísticas del INEGI y del SESNSP ya nos dirán cuáles son los resultados y si se hay cambios o todo sigue igual.