Roxana Da Silva*
Venezuela, nuevamente, vive el episodio de protestas en contra el régimen chavista. El día 23 de enero, Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional, se juramentó como presidente interino de la República Bolivariana de Venezuela en un cabildo abierto desde la ciudad de Caracas. Le correspondería, pues, el artículo 233 de la Constitución de Venezuela establece que, ante un vacío de poder es responsabilidad del presidente del Parlamento suplir el espacio.
“Hoy, 23 de enero de 2019, ante Dios Todopoderoso, juro asumir formalmente las competencia del ejecutivo nacional como presidente encargado de Venezuela”, aseguró Juan Guaidó.
Luego de que en mayo 2017 se realizaran elecciones y no fueran reconocidos los resultados por la comunidad internacional; más de 50 países desconocieron la presidencia de Nicolás Maduro.
Luego de la juramentación, Guaidó recibió el respaldo de Estados Unidos y la mayoría de países de América, a excepción de Nicaragua, Cuba, bolivia, México y Uruguay. Estos últimos por medio de comunicados propusieron “un nuevo proceso de negociación incluyente y creíble”.
Maduro se niega a abandonar el poder y asegura que en su país hay democracia. Sin embargo, actualmente hay más de 300 presos políticos, líderes perseguidos y exiliados, censura en medios de comunicación y millones de venezolanos que han tenido que huir del país debido a la crisis humanitaria.
Con el juramento de Guaidó comenzaría el Gobierno de transición para, posteriormente, convocar a elecciones libres. El accionar de la comunidad internacional es fundamental para afrontar la crisis; pero requiere compaginarse con acciones internas. Es indispensable el apoyo de la Fuerza Armada, para la consolidación de esta transición en Venezuela.
La cúpula militar venezolana, hasta ahora, respalda a maduro antes que al pueblo. Durante las manifestaciones entre los años 2014 y 2017 fueron noticia, al conocerse que, aproximadamente, 200 venezolanos murieron debido a la represión.
El chavismo se sabe disminuido, por lo que hacen uso del miedo y la violencia para intentar frenar a miles de venezolanos que exigen un cambio.
Lo cierto en este momento es que se mantienen movimientos de calle y focos de protesta en todos los estados del país debido al descontento de la ciudadanía. Hiperinflación, escasez y desabastecimiento han causado quienes están en el Palacio de Miraflores.
*Periodista Venezolana
