Redacción Sentido Común
Francia fue escenario de tensas manifestaciones en el marco de las tradicionales movilizaciones por el Día Internacional del Trabajo. Las protestas se desarrollaron con incidentes en los que se produjeron enfrentamientos entre los manifestantes y la policía.
Las primeras imágenes de violencia en París ya dejaron en evidencia la confrontación que se extendió también a otras ciudades. En Lyon la policía desplegó gases lacrimógenos para dispersar a los participantes, lo que generó momentos de tensión en el centro de la ciudad.
La protesta fue parte de una serie de marchas organizadas por una coalición de las ocho principales federaciones sindicales de Francia, que hicieron un llamado a los trabajadores y al público para unirse en apoyo de la paz internacional, la justicia social y la resistencia contra el auge de la extrema derecha. Este movimiento se sumó a las demandas de otras ciudades del país, donde los sindicatos exigieron mejoras laborales y el fortalecimiento de la protección social.
Sophie Binet, secretaria general de la Confederación General de Trabajadores (CGT), encabezó una de las marchas más destacadas, que convocó a miles de personas en la capital francesa. A lo largo de su intervención, Binet expresó: “Estamos movilizados por la paz y la justicia social. También estamos aquí para poner a los trabajadores en el centro del debate, ya que desde la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, se nos habla de guerra, de deuda, de inmigración, mientras que las cuestiones sociales quedan completamente ocultas”.
En su discurso, la líder sindical hizo énfasis en la crisis social que afecta a los franceses, señalando que las preocupaciones de la población siguen estando centradas en los salarios y las pensiones.