Redacción Sentido Común
Japón entró hoy en el reducido club de países que han logrado posar sus naves en la Luna, pero el futuro de su sonda SLIM es incierto. La agencia aeroespacial japonesa (JAXA) confirmó su alunizaje, pero el aparato está teniendo problemas con sus células solares, que no están generando electricidad.
«SLIM ha estado comunicándose correctamente y está respondiendo con normalidad. Sin embargo, parece que sus células solares no están generando electricidad», dijo el director general de JAXA, Hitoshi Kuninaka, en rueda de prensa unas dos horas después del alunizaje.
En su estado actual, la batería del aparato durará varias horas, añadió Kuninaka, que comentó que es posible que si los paneles logran absorber energía solar nuevamente podrían recargarse, por lo que siguen pendientes de la información que está transmitiendo la nave.
El SLIM (siglas en inglés de Smart Lander for Investigating Moon, o módulo de aterrizaje inteligente para investigar la Luna) tocó la superficie lunar a las 00:20 hora local japonesa del sábado 20 de enero (15:20 GMT del viernes 19) tras un descenso de 20 minutos.
En la retransmisión organizada por JAXA se pudo ver que la telemetría indicaba que SLIM se había posado en la Luna, pero la confirmación de que todo había salido cien por cien bien no llegaba. Dos horas después, tras un primer análisis de los datos, los responsables comparecieron en rueda de prensa.
Hasta ahora, sólo Estados Unidos, Rusia, China e India han conseguido aterrizar con éxito en el satélite terrestre, aunque sólo un país (Estados Unidos) ha logrado llevar astronautas hasta la luna.
Aunque fue la Unión Soviética el primero en llegar con una nave hasta sus inmediaciones, los primeros astronautas que pisaron la Luna fueron los estadounidenses Neil Armstrong y Edwin Eugene Aldring en 1969, y desde entonces otros diez, todos ellos de la Nasa, han vuelto en las sucesivas misiones «Apolo» que se prolongaron hasta 1972.
Pero además, EE.UU. ha llevado a la luna un total de 17 misiones no tripuladas; el 16 de noviembre de 2022 volvió con la misión no tripulada Artemis I para poner a prueba y medir las capacidades tecnológicas de la Nasa para retomar la exploración lunar y el envío posterior de astronautas.
China se sumó a esta carrera en 2007, cuando lanzó la «Chang’e I», bautizada con el nombre de la diosa china de la Luna. El 3 de marzo de 2009, y después de un año en órbita lunar, finalizó su misión al impactar en la superficie lunar.
El 14 de diciembre de 2013, Chang’e-3 logró un alunizaje controlado y fue la primera misión china que llegó a la Luna; en 2019 la Chang’e-4 logró alunizar en la cara oculta del satélite. Esta misión, que supuso un hito, consiguió además en uno de sus experimentos que una semilla brotara por primera vez en el satélite de la Tierra.
En enero de 2020 China lanzó con éxito Chang’e-5 con la misión de recolectar muestras de la cara visible del satélite y regresó a la Tierra el 17 de diciembre de 2020 con roca lunar, convirtiéndose en el tercer país en lograrlo tras EEUU y Rusia.
El pasado año India fue el cuarto país en llegar y el primero en hacerlo en el inexplorado Polo Sur lunar, con Chandrayaan-3. EFE