Rafael G. Vargas Pasaye
Quienes encabezarán las nuevas administraciones estatales y municipales (por primera vez o reelectos) llegan a sus respectivos cargos por diversos motivos y razones. Lo mismo sucede en las curules de congresos federal y locales, esto es que más de un candidato y candidata llegará a tomar posesión del cargo no necesariamente por méritos propios sino por el contexto, ya el efecto local de otra figura, como lo fue Andrés Manuel López Obrador en el 2018 y en este mismo 2021, o Peña Nieto en el 2012, Fox en el 2000, y a nivel local con las respectivas figuras que llegan a los gobiernos estatales sobre todo.
Cada lugar donde se comenzará el ciclo debe contar con un proceso de investigación que incluya los estudios cuantitativos y cualitativos mínimos para la toma de decisiones, así como el aprovechamiento del desarrollo tecnológico para mejorar la interacción y por lo tanto la escucha de los ciudadanos.
Esto es, a lo tradicional del pulso del taxista, lo que se escucha en el salón de belleza o la fila de las tortillas, se deben sumar los grupos de enfoque y encuestas que se complementen con los tradicionales métodos de captación de información. La improvisación sólo genera pérdidas, tanto de recursos humanos, como económicos y de tiempo.
Esto responde también en buena medida a la inmediatez con que la ciudadanía desea que resuelvan sus problemas, y es que en medio de una sociedad del consumo o líquida como la define Zigmunt Bauman, los lentos procesos institucionales pueden no ser bien vistos por el votante del pasado junio que será el mismo ciudadano de cuando tomen protesta en el cargo le exija soluciones más que pretextos a quien ganó la contienda electoral.
Es por ello que la estrategia de gobierno requiere una importancia que no todos le brindan y luego vienen las correcciones a medio camino, que no tienen nada de malo, al contrario, eso habla bien de esos líderes, pero algunos de esos problemas se pudieron detectar en un inicio con una buena información proveniente de investigación de calidad.
En ella con claridad se puede apreciar, depende de las herramientas, la sensibilidad con la que se llegará a la toma de posesión, pues hay que entender que la sociedad está en constante cambio, y si bien desea en su mayoría el bienestar (aunque no precisamente se llega a su esencia nombrándolo todo así pues más que un concepto debe entenderse como una consecuencia) hay que definir en ocasiones qué entiende ese conglomerado de personas como bienestar, o qué acciones se deben realizar desde el gobierno para que se logre el citado estado.
La inspiración puede resultar en una frase pegajosa pero eso dista mucho de una estrategia de comunicación y en esa misma medida de una de gobierno, pues la jingle, el himno, el color, el tono deben surgir de la investigación misma, pues es la gente que se gobernará quien lo define a partir de las herramientas utilizadas.
Ojalá más de un líder vea la investigación como una inversión y no como un gasto pues desde allí definirá su estilo de gobernar, y a partir de la toma de protesta lo único seguro que tiene es el número de días que le quedan para cumplir sus compromisos.
@rvargaspasaye
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