Diana Escalona
Iztapalapa se limpia, dicen, cuando se prende copal y el incienso envuelve el escenario de Morena. Entre política y chamanismo arrancan las campañas para las alcaldías de la Ciudad de México.
Son miles: hombres, mujeres, niños, y adultos mayores. Unos sentados bajo el sol del casi medio día. Muchos más ya no encuentran espacio. Se empujan, algunos se quejan y otros más entran al panteón para subirse a la frágil barda. Al frente del mitin las banderas del Partido del Trabajo, y Encuentro Social ondean.
Van a apoyar a la ex delegada por el PRD (2009-2012), Clara Brugada, ahora morenista y candidata a la alcaldía de Iztapalapa. Llevan matracas y botellas de plástico con piedritas adentro, que hacen sonar cuando les hablan de Andrés Manuel López Obrador, ¡Presidente!, gritan.
En el templete, los aspirantes a diputados locales, Gerardo Fernández Noroña, Ana María Rodríguez, Ana Karina Rojo Pimentel, y Víctor Varela. Los candidatos a senadores, Martí Batres y Citlali Hernández. Clara Brugada y Claudia Sheinbaum van al centro de la formación. Todos ofrecen solucionar los problemas de la delegación y sacar al partido que los ha gobernado los últimos 18 años.
De forma simultánea mientras Sheinbaum promete austeridad republicana, el olor a copal se vuelve más perceptible. Pide defender la compra del sufragio y se pronuncia vencedora dos meses antes de las elecciones, “ya saben quién va a ganar”.
Cual ritual de celebración gritan: ¡Viva Clara Brugada! ¡Viva Claudia Sheinbaum! ¡Viva Andrés Manuel López Obrador!, y en un acto final, ya tradicional de sus eventos, entonan el Himno Nacional.
Segundo round… política y actuación
Con rosas blancas en mano y playeras del partido de la “Innovación y Esperanza”, poco más de 100 votantes se dan cita en la explanada del centro de Coyoacán, el resto hace turismo nacional.
María Rojo, actriz y también ex jefa delegacional (2000-2003), lidera el evento. Vuelve a postularse, ahora con Morena, y va por el título de alcaldesa. Exclama que lleva a Coyoacán “en el corazón”.
“Ya se les acabó porque vamos a ganar el primero de julio”, afirma Sheinbaum, segura de que con la también actriz la delegación va a recuperarse del actual gobierno perredista.
Dejaron atrás el incienso y las propuestas republicanas no se repiten. Algunas rosas ya comienzan a marchitarse. No hay botellas con piedritas como en Iztapalapa, ni siquiera matracas o grandes banderas de los partidos de la coalición “Juntos Haremos Historia”.
