Redacción Sentido Común
El gobierno de Estados Unidos, encabezado por el presidente Donald Trump, revocó la autorización de la Universidad de Harvard para inscribir estudiantes internacionales. La decisión fue anunciada el 22 de mayo de 2025 por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, quien afirmó que Harvard perdió su certificación en el Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP), lo que impide la matriculación de nuevos alumnos extranjeros y afecta el estatus migratorio de los actuales.
Según el Departamento de Seguridad Nacional, la medida se justifica por supuestos actos de antisemitismo en el campus y vínculos con el Partido Comunista Chino. Además, acusan a la universidad de no colaborar con investigaciones federales relacionadas con protestas estudiantiles. La medida fue presentada como una acción para “restaurar la seguridad y el orden” en instituciones educativas del país.
Harvard, que alberga a más de 6,800 estudiantes internacionales, calificó la acción como ilegal y motivada políticamente. En un comunicado, la universidad denunció que se trata de una represalia por su postura crítica frente al gobierno y aseguró que tomará acciones legales para proteger a su comunidad académica. También comenzó a ofrecer asistencia a los estudiantes afectados para evitar su deportación o transferencia forzada.
La medida ha generado una ola de críticas en el ámbito académico y de derechos civiles. Diversas organizaciones denuncian que esta decisión vulnera la autonomía universitaria, limita la diversidad cultural y representa un precedente peligroso para otras instituciones educativas. Mientras tanto, el conflicto entre Harvard y el gobierno federal promete escalar tanto en los tribunales como en el debate público.