Fabiola Lara García
La voz fue por muchos años homónimo de Frank Sinatra. No había más voz en el horizonte musical occidental que la del gran Frank, que se convirtió en una leyenda musical e inspiración para muchos músicos de ayer, hoy y seguramente del futuro. Las interpretaciones de Sinatra llevan, en alguna etapa, a investigar más allá de lo que se escucha. Esta leyenda de la música tiene una gran historia en su paso por esta tierra. El pasado 12 de diciembre hubiera cumplido 103 años de vida y aunque ya no se encuentre físicamente en este mundo, dejó un gran legado que el mundo entero celebra cada 12 de diciembre.
Su biografía cuenta que nació dos veces. La primera fue en le fecha comentada en Hoboken, Nueva Jersey y volvió a nacer minutos después, luego de un parto complicado, el fórceps le dejó un tímpano perforado y una cicatriz detrás de la oreja y fue su abuela quien notó que había dejado de respirar, lo puso debajo del chorro de agua fría hasta que recuperó el aliento. Ahí era solamente Francis Albert Sinatra, el chico que como aficionado cantaba en el bar de su padre, aún antes de alcanzar a pubertad.
La radio era el principal medio de difusión de nuevos talentos en los años 30 y 40. Los concursos de cantantes eran muy populares y ahí es donde Francis se convirtió en Frank, junto con el el trío Three Flashes en el programa “Major Bowes Amateur Hour”, el cual ganaron.
En 1935 comienzan sus alianzas con directores de orquesta. Primero se sumó a las filas de Harry Arden; luego a las orquestas de Harry James (trompetista de Benny Goodman, que había lanzado un proyecto personal) y, más tarde, a la de Tommy Dorsey, con quien logró su primer gran éxito, en 1940, gracias al tema «I’ll Never Smile Again». Alcanzó el puesto número 1 de la Billboard el 27 de julio de ese año. Al año siguiente, con la misma orquesta, hizo su primera intervención en el cine (Las Vegas Nights, de Ralph Murphy).
Para los años 40, la voz de Sinatra ya se hacía notar y poco a poco se transformaba en un fenómeno para el público femenino adolescente más fanático, años antes de la aparición de otras leyendas de la música: el rey Elvis y el grupo The Beatles.
A partir de la década del 50 todo se tornó más rápido e intenso: perdió la voz por el daño de una de sus cuerdas vocales, se divorció de su esposa y se casó con Ava Gardner, rompió contratos con compañías discográficas y fue contratado por otras, acaparó la televisión de la época con The Frank Sinatra Show en la cadena CBS en 1952 y cinco años después, se mudó con el mismo show e invitados estelares, a la cadena ABC. Estaba consolidándose su famoso grupo de amigos entre quienes estaban Jerry Lewis, Dean Martin, Sammy Davis Jr., Peter Lawford, Joey Bishop, Shirley MacLaine, David Niven, Humphrey Bogart y Lauren Bacall, entre otros. El famoso Rat Pack.
Sinatra en vida era, sin duda, un “uomini rispettati” (hombre respetado) a pesar de su escandalosa vida amorosa, entre más famoso era, rondando los 40 años de edad, cuando concentró su tiempo en la gran pantalla, lo que lo llevó a ganar un Óscar como mejor actor de reparto (por De aquí a la eternidad. 1954), además de actuar con Marlon Brando (Guys and Dolls, 1955) y con su ídolo de adolescencia, Bing Crosby (Alta sociedad, 1956). Fue en esta etapa donde aumentó sus amoríos con celebridades de su talla, como Judy Garland, Lauren Bacall (por entonces, viuda de Humphrey Bogart, un gran amigo de Frank) y, años después, con la famosísima, Marilyn Monroe.
En 1991, celebró sus 50 años con la música con una gira de conciertos y dos años después, lanzó los albúmes Duets I y posteriormente Duets II, con cantantes de diferentes ritmos y generaciones, como Bono de U2, Liza Minnelli, Tony Bennett, Natalie Cole, Charles Aznavour, Gloria Stefan y Julio Iglesias, Stevie Wonder, Willie Nelson, Neil Diamond, Tom Jobim y el único mexicano: Luis Miguel.
Su último concierto fue en el Palm Desert Marriott de California, en 1995 y falleció el 14 de mayo de 1998 a los 82 años y con estos números (hasta ese momento): más de 1400 canciones grabadas, participación en más de 60 películas y obtuvo 31 discos de oro, 9 de platino, 3 de doble platino y 1 triple de platino.
Y aún a 103 años de su nacimiento y 20 de su muerte, La Voz sigue más vigente que nunca.