Martha González
La ruptura de pareja es una de las situaciones de duelo más difíciles de superar, porque, sabes que hará su vida sin ti. Y lo peor es alimentar el miedo al ver como rehace su vida con otra persona, el temor de encontrar a tu expareja en la calle, ver a sus amigos y familiares.
Cuando una ruptura es unilateral, es decir, sólo una de las partes quiere dejar la relación, se dan una serie de fases en el duelo de la persona “abandonada”. La primer fase es la “perdida” en donde el enfado, la sorpresa o el temor de aquello que veníamos sospechando desde hacía un tiempo se ha hecho realidad. Vienen a tu mente frases como “Me han dejado” “que hice yo” “no fui lo suficientemente bueno”. ERROR COMÚN EN ESTA FASE: Suplicar a mi pareja que no me deje. Si alguien ha decidido que no quiere estar contigo las súplicas sólo conseguirán hacerlos más difícil para ti.
La segunda fase es la desesperanza. Esta es la fase más desagradable pues el estado de ánimo se deprime, la autoestima baja y cuesta trabajo la adaptación. Surgen pensamientos catastrofistas como: “nunca encontraré a nadie como él/ella”, “no me volveré a enamorar”, “¿quién me va a querer?” ERROR COMÚN EN ESTA FASE: Negar la situación; pensar que es pasajero cuando me han dejado claro que es definitivo. Es este el autoengaño más frecuente. Afrontar la realidad y aceptar la nueva situación es lo que debemos intentar cuanto antes.
En la tercer fase viene la ansiedad. Cuando han pasado unos días entramos en la fase en la que creamos una curiosa fantasía: la persona que nos ha dejado era PERFECTA. Sólo nos acordamos de lo bueno de la relación y TODO nos recuerda a él/ella. ERROR COMÚN EN ESTA FASE: Mantener el contacto con el ex. Estas conductas suelen llevar a que la persona se aleje todavía más y además nos producen una sensación de frustración cuando no conseguimos nuestro objetivo.
La cuarta fase es la aceptación. Cuando vemos que nada de lo que hacemos o pensamos hace que nos sintamos mejor empezamos a asimilar la realidad. Esta persona ha dejado de formar parte de mi vida y ahora toca que yo inicie nuevas rutinas y actividades SIN él/ella. Aquí es en donde comienza el cambio y al principio nos sentiremos raros al volver a hacer cosas sin contar con la otra persona En esta fase sal de casa, conoce a gente, retoma amistades que igual habías dejado un poco de lado por falta de tiempo, búscate nuevos hobbies y haz aquellas actividades que no hacías sólo porque tu pareja no las compartía contigo.
La última fase es la superación. En este momento estás preparado para recordar tu anterior relación de pareja con objetividad. Analiza, evalúa y verbaliza con alguien los errores cometidos para aprender de ellos. En esta fase ya estás listo para encontrarte con quién fue tu pareja y no sentir tristeza.
El objetivo principal debe ser en aprender a vivir contigo mismo, saber disfrutar y saber sentirse bien sin depender de otros. La autoestima y autoconfianza se deben trabajar más que nunca para superar lo antes posible esta situación.
