Adonaí Durán
Sin saber a ciencia cierta que se trate de crimen organizado, trabajadoras sexuales denuncian ser objeto de extorsión. Son amenazadas con golpearlas o les dicen que ya no las dejarán trabajar en esa zona.
Mara Rojo, activista de la comunidad LGBTIQ+ declaró, que se han realizado cientos de denuncias anónimas y las autoridades van hecho caso omiso.
200 pesos diarios es el cobro de piso, las que se dedican a ésta actividad, dicen tener miedo pues es su fuente de ingresos económicos.