Redacción Sentido Común
Una gran ovación recibió, al cumplirse 50 años de si primera aparición en este recinto Joan Manuel Serrat, el aplauso dio paso a «Mediterráneo», nombre del disco editado en 1971 y de la canción que una revista calificó como «La Mejor de España» en el siglo pasado.
«Qué felicidad por regresar a México», dijo, para dar paso a las canciones siempre llenas de recuerdos: las «callejas de polvo y piedra» de «Pueblo Blanco», donde siempre es mejor llorar frente al mar; el vals del inolvidable «Tío Alberto» yendo de puerto en puerto.
Serrat recordó que la mujer que quiere «es fruta jugosa prendida en mi alma como si cualquier cosa»; que si alguna vez fue bueno fue enredado en «Lucía», que vale la locura de Don Quijote; y que para ser feliz sólo se necesitan de «Aquellas pequeñas cosas».
Los versos de Jaime Sabines volvieron a sonar en Bellas Artes al regalar cucharadas de luna a los presentes; le siguió la del poeta que murió lejos del hogar con los «Cantares» de Machado.