MiriAle Cisneros
Desde que el pueblo británico votó en el referéndum a favor del BREXIT (el 23 de junio de 2016) una propuesta de campaña nacionalista y de derecha, ya se podía predecir geopolíticamente el auge del nacionalismo y de ideologías extremistas y radicales (extrema izquierda y extrema derecha).
Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos de América (el 20 de enero de 2017) vino a reforzar esas predicciones.
A partir de allí, era cada vez más común ver noticias de actos de terrorismo y actos racistas producidos por “personas blancas” (caucásicas) en contra de la inmigración, en contra del turismo, en contra de políticas sociales impuestas por gobiernos centro-izquierdas e izquierdas y en contra de políticas socialistas de extrema izquierda.
En España repuntó la extrema derecha con el partido de VOX, en Francia con Marine Le Pen, en Italia con la presidenta Giorgia Meloni y en Alemania, el segundo partido más votado fue AfD (ideología nacional-conservadora).
Sólo faltaba un poco, para que en América Latina se extendiera esa polaridad en la sociedad y esas ideologías extremistas; y así fue cuando el 10 de diciembre de 2023 tomó protesta el primer presidente de extrema derecha en América Latina, Javier Milei, Presidente de Argentina y un político ortodoxo que se considera “libertario”.
“Libertario” una palabra y una expresión que se puso en boga de todos, y que se popularizó tanto a nivel Latinoamérica, que ahora en México tenemos el primer partido de extrema derecha llamado “Partido Libertario MX”.
Un partido político que surgió ante la falta de representatividad de una mayoría conservadora que no se sentía identificada con ningún partido actual y mucho menos con las decisiones tomadas por el partido hegemónico actual.
Y más allá de ser “libertario” que esa palabra realmente no existe como filosofía política y económica, estaríamos hablando de un partido de extrema derecha y radical del liberalismo clásico, alineado a la Escuela Austriaca de Economía y a los grandes pensadores como John Locke, Adam Smith, John Stuart Mill, Ludwig von Mises, Friedrich Hayek, Hans Hermann Hoppe y Murray Rothbard.
Un partido político que ha nacido en México y que abogará por un anarcocapitalismo, por una libertad individual para las y los mexicanos, a favor de las políticas natalistas y en contra de la política de género.
Un partido que no sólo servirá como contrapeso del partido que gobierna, si no también, fortalecerá la polarización de la sociedad mexicana…Una sociedad racista, clasista y con grandes diferencias socioeconómicas.
En la democracia es necesario que haya representatividad de las mayorías y de las minorías, en política siempre es bueno que haya pesos y contra pesos, pero en la sociedad, siempre será malo que haya ideologías extremistas y radicales.
Quizá sea momento de repensar que no se necesita tanta izquierda extrema, ni tampoco tanta extrema derecha… En México por ejemplo, hemos vivido un centrismo político con un enfoque moderado y equilibrado entre las posiciones de izquierda y derecha y nos ha ido bien.
Para algunos incluso, un centro pragmático, que evita los extremos, que adopta las ideas de ambos lado del espectro político, que busca políticas que equilibran la libertad individual con la justicia social y el bienestar colectivo, esto es, un centro donde hay diálogo, donde hay empatía, consenso… y sobre todo donde hay esperanza y futuro.