Rafael G. Vargas Pasaye
Es el sexto y último evento de la jornada, es la conferencia 88 según el aspirante; la gira empezó en Sinaloa, siguió por la tarde en Acaponeta, luego Tuxpan y en la noche Tepic.
Se pensó en suspender el evento por la fuerte lluvia que se presentó en la tarde en la capital nayarita, pero siguió y hasta eso que no se retrasó tanto. Llegó Adán Augusto López a la Loma, en la cancha de basquetbol techada, recientemente nombradas Gustavo Ayón.
Caminó por la valla que lo separaban de la gente para no interrumpir su paso, sino que fuera él mismo quien marcara las prisas, así son ahora sus eventos.
Toma el micrófono la diputada federal plurinominal Andrea Chávez en su reaparición como parte del equipo.
En la arenga de la de Chihuahua el mayor aplauso es dirigido a Andrés Manuel López Obrador. Casi de inmediato toma su turno el personaje principal, 19:45 hora pacífico y se le escucha con voz cansada pero firme. Lo primero que hace es ofrecer disculpas por llegar tarde, “el agua de Tabasco se atravesó en Nayarit”, dijo.
Dejó en claro, por aquello de las dudas de que el evento era una Asamblea informativa; inició reconociendo al gobernador de Nayarit, de quien dijo es “honesto, trabajador, dedicado a cumplirles a ustedes”. Incluso comentó que se comunicó por teléfono con Miguel Ángel Navarro Quintero por el tema de las lluvias y el mandatario estatal le comentó que “mañana inician los apoyos sociales”.
Luego toca el tema de los adultos mayores como la base del movimiento; le siguen las menciones a Televisa, a su movimiento pacífico, y que “2019 años tuvieron que pasar para que un presidente volteara a ver a la gente”.
No faltó el espontáneo “Es un honor estar con Obrador”, y al puro estilo asambleista preguntó a la gente si quería que regresaran las pensiones a los expresidentes. La respuesta fue obvia.
Aprovechó para anunciar que la pensión para adultos mayores pasará de 4 mil 800 que es lo que reciben hoy en día a 6 mil en enero próximo. También se dio tiempo para recordar que Carlos Merino, actual gobernador de Tabasco es quien organizó en Nayarit a Morena.
Le dedicó unos minutos a la palabra “lealtad”, clave para lo que viene en la decisión presidencial. Y cerró con lo que calificó como la mayor herencia de AMLO, la Revolución de las conciencias que es distinguir entre lo malo y lo bueno, entre los malos y lo buenos, pero nunca olvidar que el bien siempre triunfa sobre el mal