ConSentidoComundeMujer
María Esther González Aguilar
Los gobiernos, recurren a una perversa práctica para ocultar la verdad o mostrar lo falso, todo, como una estrategia para desviar la atención o montar una “cortina de humo” sobre temas sensibles que lastiman a la sociedad, ejemplos hay muchos. Nayarit, ahora pintado de desconfianza, desesperanza, frustración, desesperación y falta de oportunidades, no puede ser la excepción; echaron a andar esa maquinaria para minimizar el genuino reclamo social sobre inseguridad, ante la reciente ola de ejecuciones, levantones, robos a casa habitación o a comercios, tema de toda conversación entre los nayaritas.
El discurso terso del gobernador Antonio Echevarría García, cambió, ahora está enfocado sobre el pasado reciente y el desastre que dejó la administración de Roberto Sandoval Castañeda; no es casualidad que hagan lo mismo sus principales colaboradores como Jorge Aníbal Montenegro Ibarra, secretario general de gobierno; Juan Luis Chumacero Díaz, secretario de administración y finanzas, así como Ricardo Rincón Yescas, titular de Obras Públicas que forman parte de la estrategia y que si no actúan, estarían lanzando un búmeran que pone en riesgo el bono democrático y la de por sí, débil confianza ciudadana.
A la triada anterior –Montenegro, Chumacero y Rincón- sumo la figura de Héctor Manuel Benitez Pineda, encargado de la Auditoria Superior del Estado, personaje que desde mi punto de vista cometió un error al salir públicamente franqueado por los funcionarios estatales, fue evidente su limitada visión como responsable Auditor Superior; nada tenía que hacer dada su alta responsabilidad y lealtad institucional que obedece a Congreso del Estado y no al Ejecutivo -aunque este último sea su amigo- se trata de dos poderes distintos. Cuidar las formas y más el fondo; actuar y dar resultados, tienen información, saben quién, dónde y cuánto; la única condición es que los expedientes este bien “armados” sustentados y no sólo se quede en distractoras declaraciones que confirmen la teoría de la “caja china”.
Roberto Sandoval Castañeda, gobernador, se la pasó buena parte de su administración repite y repite que todo lo malo era por la herencia de su antecesor cuando no hizo gran cosa; si acaso se iniciaron procesos en contra de algunos exfuncionarios, pero ahora, cuando la expectativa es tener «Un nuevo Nayarit», nos damos cuenta que es más de lo mismo… el mismo discurso pero con diferentes actores, lo que se demanda es políticas publicas efectivas, estrategias y resultados. Ney Manuel González Sánchez, hizo lo propio con Antonio Echevarría Domínguez y este contra Rigoberto Ochoa Zaragoza, sin embargo, hay que reconocer que esté último –AED- sí actuó a través de la Contraloría Estatal en contra de Gilberto Martínez López quien fuera anterior secretario de finanzas.
Afirmo que: la mejor “caja china” de cualquier administración es el trabajo, la honestidad y los resultados, -a estas variables nadie le gana y además “tapan bocas”- el reto es grande y a eso deberían de estar enfocados lo actuales políticos y administradores, no a la creación de falsas expectativas sobre tal o cual tema; para fortuna, en general existe una sociedad cada vez más informada y ya no tan fácilmente “se chupa el dedo”, aun cuando se den casos que, a cambio de beneficios comprometan su dignidad sobre todo cuando se transita por procesos electorales. Hasta aquí mi #ConSentidoComundeMujer
