Redacción Sentido Común
Rosario Hernández, de 82 años, vive junto con su hija Alma Leticia y su yerno, de 58 y 63 años respectivamente. Sus únicos ingresos son la pensión que él recibe del IMSS y los trabajos que realiza el esposo de su hija en Chihuahua.
Don Rosario se unió al Club del Abuelo que ofrece el gobierno municipal de Chihuahua en las colonias, ahí conoció el Programa Alimentario para el Adulto Mayor y obtener el beneficio de este apoyo y concluir su educación secundaria, “pues nunca es tarde para aprender” y está listo para su siguiente siguiente meta: obtener su certificado de preparatoria.