Redacción Sentido Común
La presa Yuribia, que en algún momento ha sido la “manzana de la discordia” entre los municipios de Tatahuicapan, Coatzacoalcos, Minatitlán y Jáltipan, comienza a descender su nivel lo que ha provocado la preocupación de las autoridades municipales. Quienes a través de la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento han declarado una emergencia.
De acuerdo con el organismo, la presa enfrenta una crisis sin precedente que ha obligado a distribuir el suministro a la población. La directora Hideliza Díaz Calafell explicó que el nivel del agua descendió un 40% lo que afecta la presión del agua y complica el suministro de más de 100 mil personas de la región.
Las consecuencias se hacen más sensibles porque también los arroyos Ocotal y Texizapan están a punto de secarse y eran dos de las principales fuentes naturales de abastecimiento para las comunidades.
Aseguró que tan sólo en Coatzacoalcos, en condiciones normales, reciben más de 500 mil litros de agua por segundo, con la drástica disminución de los niveles no alcanza a llegar a las zonas apartadas y por eso comenzaron a distribuir agua de manera gratuita con 15 pipas.
La presa ha sido utilizada en otras épocas como medio para que la región de Tatahuicapan obtenga recursos y caminos. Una organización indígena, junto con el ayuntamiento, han mantenido amagados a los habitantes que se surten del agua de esta presa, que ahora amenaza con extinguirse.