Redacción Sentido Común
Corea del Norte hizo un aparente tercer intento de poner en órbita un satélite espía militar, dijo el ejército de Corea del Sur. El lanzamiento marca la última demostración de la determinación de Corea del Norte de construir un sistema de vigilancia espacial durante las prolongadas tensiones con Estados Unidos.
No se supo de inmediato si el lanzamiento fue exitoso. Pero es seguro que provocará una fuerte condena de Estados Unidos y sus socios porque la ONU prohíbe a Corea del Norte realizar lanzamientos de satélites, calificándolos de cobertura para pruebas de tecnología de misiles.
Tampco hubo más detalles disponibles de inmediato desde Seúl, pero la Oficina del Primer Ministro de Japón inicialmente emitió una advertencia de misil J-Alert para Okinawa el martes por la noche, diciendo que Corea del Norte disparó un posible misil. Instó a los residentes a refugiarse dentro de los edificios o bajo tierra. En 10 minutos, la oficina dijo en X, anteriormente Twitter, que el misil había pasado al Océano Pacífico, diciendo que levantaba el aviso anterior.
La oficina, sin embargo, instó a los residentes a mantenerse alejados de cualquier objeto sospechoso y a informar cualquier cosa a la policía o a los departamentos de bomberos.
El Ministerio de Defensa de Japón también anunció que Corea del Norte había disparado un posible misil balístico el martes por la noche, pero no ofreció otros detalles.
Un satélite espía se encuentra entre los activos militares clave codiciados por el líder norcoreano Kim Jong Un, quien quiere modernizar sus sistemas de armas para hacer frente a lo que él llama crecientes amenazas estadounidenses. Corea del Norte intentó lanzar un satélite espía dos veces a principios de este año, pero ambos lanzamientos fracasaron debido a problemas técnicos.
Corea del Norte había prometido que se realizaría un tercer lanzamiento en octubre. Pero no siguió adelante con ese plan de lanzamiento sin dar ningún motivo. Los funcionarios surcoreanos han dicho que el retraso se produjo probablemente porque Corea del Norte estaba recibiendo asistencia tecnológica rusa para su programa de lanzamiento de satélites espías.
Corea del Norte y Rusia, ambos adversarios de Estados Unidos que están cada vez más aislados a nivel mundial, han estado presionando mucho para ampliar sus relaciones en los últimos meses. En septiembre, Kim viajó al Lejano Oriente de Rusia para reunirse con el presidente Vladimir Putin y visitar sitios militares clave, lo que desató intensas especulaciones sobre un acuerdo de armas entre las dos naciones.
Estados Unidos, Corea del Sur y Japón han instado anteriormente a Corea del Norte a cancelar el lanzamiento. Habían condenado los dos lanzamientos anteriores de satélites de Corea del Norte como violaciones de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Pero Rusia y China, miembros permanentes del consejo, han obstaculizado cualquier respuesta del Consejo de Seguridad.