Redacción Sentido Común
La empresa biotecnológica Colossal Biosciences, con sede en Dallas y valorada en 10.000 millones de dólares, anunció el nacimiento de tres ejemplares del extinto lobo gigante, también conocido como “lobo terrible”, una especie desaparecida hace más de 12.000 años. Los cachorros, llamados Remus, Romulus y Khaleesi, viven en una reserva natural privada en Estados Unidos. Con solo seis meses de vida, ya alcanzan 1,20 metros de largo y 36 kilos de peso, y podrían crecer hasta 1,80 metros y 68 kilos.
Colossal se hizo conocida en 2022 por su objetivo de resucitar al mamut lanudo, proyecto aún en curso, aunque ya logró avances como la creación de un ratón lanudo. La empresa defiende el uso de la edición genética no solo para revivir especies prehistóricas, sino también como herramienta para preservar la biodiversidad y reforzar especies amenazadas, como el elefante o el lobo rojo.
Beth Shapiro, directora científica de la compañía, afirmó en Time que la humanidad se ha convertido en “una fuerza evolutiva” capaz de decidir el destino de otras especies. Colossal sostiene que su tecnología representa una oportunidad moral para reparar parte del daño ambiental causado por los humanos.
Según el Centro para la Diversidad Biológica, hasta un 30 % de la diversidad genética del planeta podría perderse para 2050. Ante ese escenario, Colossal promueve la ingeniería genética como una vía urgente para revertir esa tendencia y reconciliar a la humanidad con la naturaleza.