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COLOMBIA: EL FIN DE LA VIEJA CLASE POLITICA

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Rubén Aguilar Valenzuela

El pasado domingo 29 de mayo, en la jornada electoral por la presidencia de la República, en Colombia perdió la vieja clase política, representada por el derechista Federico Gutiérrez.

Quien fue alcalde de Medellín, se presentó como un político independiente, pero en la campaña recibió el apoyo de los dos grandes partidos tradicionales, el Conservador y el Liberal, que cerraron filas con él ante el avance de Gustavo Petro, el candidato de la izquierda.

En Colombia sucedió lo que ha pasado en otros países de América Latina y del mundo. El electorado rechazó a los partidos tradicionales y a sus candidatos. Su voto es expresión del hartazgo.

Lo que ocurrió se puede interpretar como la rebelión del electorado ante el establishment y la decisión de dar espacio a nuevas ideas y caras en el campo de la política.

El candidato de la izquierda Gustavo Petro obtuvo el 40 % de los votos y un candidato desconocido, el populista millonario Rodolfo Hernández, el 28%. Es algo único para la sociedad colombiana.

Ninguno de los dos logró los votos, para hacerse de la presidencia y tendrán que ir a la segunda vuelta que se celebra el 19 de junio.

En Colombia nunca ha gobernado la izquierda y ahora está en posibilidad de hacerlo, pero no la tiene fácil en la segunda vuelta.

La derecha toda, incluido los partidarios del expresidente Álvaro Uribe, se han unido, para apoyar a Hernández. Los resultados de la primera vuelta pueden cambiar a favor de éste.

Gutiérrez, el derechista derrotado, invita a votar por el populista millonario. La suma de votos de los dos en la primera vuelta fue del 51.9 %. En suma 11 millones.

Petro obtuvo 8.5 millones de votos. Dirigentes y simpatizantes del candidato del centro, Sergio Fajardo, han anunciado que votarán por el izquierdista.

El 29 de mayo, más del 70 % de los colombianos votó en contra de los partidos tradicionales y de los gobiernos conservadores. La disputa se plantea entre la derecha y la izquierda.

Ahora las encuestadoras dan el empate técnico entre Petro y Hernández, quien los últimos días es el que más ha crecido en la intención del voto.

En Colombia, más que en otros países de América Latina, la izquierda genera enorme temor entre toda la élite económica y política. Esto juega a favor de Hernández y en contra de Petro.

El hartazgo social de la vieja clase política conservadora juega a favor de Petro y en contra de Hernández. Estamos a diez días de saber el resultado de la elección.

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