Redacción Sentido Común
Después de una reunión sostenida este jueves en Baltimore, EEUU, los miembros de la conferencia episcopal decidieron por mayoría acoger la nueva ley canónica emitida por el Papa Francisco en mayo, y que obliga al clero a señalar sospechas de abusos sexuales y reforzar el sistema de alerta para las presuntas víctimas.
En la carta apostólica titulada «Son la luz del mundo», el pontífice pide señalar cualquier acoso o agresión sufrida por un fiel o un religioso, así como todo intento por la jerarquía de encubrir abusos sexuales perpetrados por un miembro de la Iglesia.
La medida tomada por el Papa el mes pasado, y ahora ratificada por el clero estadounidense, busca combatir el amplio prontuario de agresiones sexuales perpetradas durante años por curas, a menores de edad, y que tienen sumida a la Santa Madre iglesia en una crisis de desconfianza por parte de creyentes y no creyentes.