Redacción Sentido Común
Este domingo se liberó el periodista ciudadano Fang Bin quien estuvo desparecido tres años por publicar videos de hospitales llenos y cuerpos durante el brote de COVID-19, avergonzando a funcionarios de Wuhan con las críticas que recibían por no controlar dicho brote.
El caso Fang es un ejemplo de la represión contra las críticas de gestión inicial de la pandemia que se trata de una persecución ejercida por el gobierno en turno del Partido Comunista con el objetivo de controlar el discurso del país.
Se especula que su salida tuvo que ser el domingo, según información de dos personas que prefirieron mantener el anonimato por miedo a represalias del poder gubernamental y entre las declaraciones, comentan que el periodista ciudadano habría recibido una condena de tres años de prisión por buscar pelea y generar problemas.