Redacción Sentido Común
Saúl “Canelo” Álvarez volvió a coronarse campeón indiscutido del peso supermediano tras vencer por decisión unánime al invicto cubano William Scull la noche del sábado 3 de mayo en la ANB Arena de Riad, Arabia Saudita. Con tarjetas de 115-113, 116-112 y 119-109, el mexicano recuperó el cinturón de la Federación Internacional de Boxeo (FIB) y retuvo los de la AMB, CMB y OMB.
El combate, sin embargo, estuvo lejos de ser memorable. Scull optó por una estrategia excesivamente defensiva, evitando intercambios y limitando el ritmo de la pelea. Se lanzaron apenas 445 golpes en total, la cifra más baja en una pelea de 12 asaltos en los registros de CompuBox en las últimas cuatro décadas. Álvarez dominó con golpes al cuerpo, conectando 40 de sus 48 impactos de poder en esa zona, mientras que Scull apenas sumó seis.
Tras la contienda, Canelo calificó la pelea como “aburrida” y se mostró frustrado por la falta de iniciativa de su oponente. En redes sociales y medios especializados, Scull recibió duras críticas por su pasividad, e incluso algunos pidieron que se revise su licencia profesional por falta de competitividad.
Pese a la tibia presentación de su rival, Canelo se enfila a un nuevo reto: enfrentar al campeón mundial welter Terence “Bud” Crawford el próximo 12 de septiembre en Las Vegas. Crawford, invicto, buscará hacer historia como el primer boxeador en ser campeón indiscutido en tres divisiones diferentes. Con este triunfo, Álvarez mejora su récord a 63-2-2, con 39 nocauts.