Aidee Rivera Escobedo
Durante el primer mes del 2018 trascendió el anuncio del cambio de algoritmo de Facebook, en esta ocasión, encausado a tomar en cuenta las preferencias de sus usuarios dando prioridad a las publicaciones de familiares o amigos para que estas sean las primeras que se visualicen en sus muros y no los de las páginas publicitarias como se venía haciendo.
Aunque para la comunidad que alberga esta red social el cambio puede generar una mejor experiencia como usuario, para los administradores de fanpages significa un reto, ya que disminuyen las posibilidades de lograr un alcance orgánico y se verán obligados a contratar los anuncios de Facebook.
El cambio en esta red social coincide con el desarrollo del proceso electoral en el que se definirán representantes locales y federales el próximo 1 de julio, y la limitante en el alcance de publicaciones en esta plataforma digital significa un incremento a los gastos de campaña para candidatos que buscan un cargo público, ya que además de mejorar sus estrategias de contenidos tendrán que invertir más en propaganda.
A pesar de que en campañas electorales anteriores el uso de redes sociales tuvo menor inversión que la destinada a medios tradicionales como tiempos en radio y televisión, inserciones en periódicos o espectaculares, es cierto que la tendencia por el uso de herramientas digitales para el marketing político va en aumento, lo cual se pudo notar en el proceso electoral de 2016 en el que fueron pagados un millón 331 mil dólares para promocionar contenidos de campañas políticas solamente en Facebook.
Asimismo es cierto que las redes sociales son una herramienta fundamental para difusión de propuestas de candidatos, y que una parte de los 6 mil 788 millones de pesos destinados por el Instituto Nacional Electoral para el proceso electoral serán pagados este año en anuncios de Facebook.
