Redacción Sentido Común
Las ballenas grises de la costa de Pacífico se han encogido de tamaño un 13% desde el año 2000, según un estudio que suma evidencia de cómo el cambio climático y otros impactos de la actividad humana están afectando a los mamíferos marinos.
La reducción de tamaño puede desencadenar consecuencias en las tasas de supervivencia y reproducción, asimismo se puede generar un efecto dominó en toda su cadena alimenticia.
Para el estudio, los investigadores se centraron en un aproximado de 200 ballenas del grupo Pacific Coast Feeding Group (PCFG) que forman parte de una población de poco más de 14 mil 500 ejemplares del noroeste del Pacífico.
Consideradas “centinelas del ecosistema”, estas ballenas permanecen cerca de la costa y se alimentan en aguas cálidas, menos profundas que los fríos mares del Ártico. Investigaciones previas mostraban que las ballenas costeras están en peores condiciones que las demás, sus cuerpos, cabezas y colas son más pequeños.
Analizando imágenes de 130 individuos captadas con un dron entre 2016 y 2022, los científicos encontraron una tendencia preocupante, es probable que una ballena gris adulta nacida en 2020 mida 1.65 metros menos que sus pares nacidas en los 2000.