Diana Escalona
No es su primera marcha, ni la última, los han buscado desde que desaparecieron el 26 de septiembre de 2014. Sus padres aún piden justicia, van y vienen, se han parado afuera de Gobernación, de Palacio Nacional y sus hijos no aparecen. Para ellos aún siguen vivos.
Hoy se cumplen 43 meses desde que los estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos no regresaron a sus casas ni a las aulas. Uno, dos, tres, cuatro, cinco… hasta llegar al 43, terminan de enumerar pero las consignas siguen: “Ahora, ahora se hace indispensable presentación con vida y castigo a los culpables”, las voces a coro no paran.
Inician en el Ángel de la Independencia, caminan lento como si el tiempo no pasara (y ya casi se cumplen 4 años desde la madrugada en que fueron interceptados). No son miles como en el primer aniversario, ni van custodiados por granaderos. Los acompañan la Asamblea de Barrios, el Frente Popular Francisco Villa, el Congreso Popular y normalistas de Michoacán y Oaxaca.
Avanzan sobre Reforma y a un costado del hotel Fiesta Americana se detienen a pegar las imágenes de los normalistas, tan grandes que resulta inevitable no mirar los rostros, no importa si vas a pie, o en carro, sus fotografías van a seguir en el mismo lugar y con el tiempo se comenzarán a desgastar.
Continúan hasta volver a detenerse en el cruce de Bucareli y Juárez. Ya frente al antimonumento que hicieron para que no sean olvidados pasan lista, uno a uno los van nombrando, “aún con vida”, responden; también incluyen a los tres estudiantes de Jalisco.
Conforme se acercan al Zócalo las consignas son más fuertes. Las madres van adelante, algunas con sandalias y falda, los padres con botas y pantalón de mezclilla, firmes pese al tiempo. “Porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”, gritan.
Alrededor del contingente, los negocios bajan las cortinas, colocan maderas para cubrir los vidrios de los restaurantes aledaños, aún hay gente adentro. Nadie vandaliza, todos piden justicia. Las cámaras de los medios de comunicación graban todo, cada kilómetro recorrido, 3.8 en total.
La agrupación para a un costado de la plancha del Zócalo, los padres suben a la tarima, la voz aún se les corta al hablar de sus hijos, tienen esperanza. A 43 meses “AYOTZINAPA VIVE, LA LUCHA SIGUE Y SIGUE”.