Redacción Sentido Común
La Escuela Nacional de Estudios Superiores Juriquilla de la UNAM diseñó una prótesis de fibra de carbono para Sergey, un soldado ucraniano que perdió parte del pie tras pisar una mina. El proyecto reunió a un equipo multidisciplinario de fisioterapeutas, médicos, psicólogos y nutriólogos.
Sergey fue atendido en México luego de que su país lo canalizara a través de una ONG. Tras una evaluación médica y nutricional, comenzó el desarrollo de una prótesis personalizada que le permitió recuperar movilidad, equilibrio y autonomía en solo cuatro meses.
Este caso ejemplifica el compromiso internacional y humano de la UNAM, que ofreció no solo rehabilitación física, sino también apoyo emocional y cultural. Sergey ya regresó a Ucrania, donde ahora puede caminar, correr y llevar una vida más plena.