Redacción Sentido Común
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado una fuerte controversia entre líderes y fieles católicos tras publicar en redes sociales una imagen suya —generada por inteligencia artificial— en la que aparece vestido como el Papa.
La publicación, difundida a través de las cuentas oficiales de la Casa Blanca, ocurre en un contexto especialmente sensible para la comunidad católica: la reciente muerte del papa Francisco el pasado 21 de abril y la inminente elección de su sucesor.
La reacción no se hizo esperar. La Conferencia Católica del Estado de Nueva York, que representa a los obispos de la región, condenó la publicación a través de X (antes Twitter), afirmando: “No hay nada inteligente ni gracioso en esta imagen, señor presidente”. En su mensaje, el grupo criticó la falta de respeto hacia un momento solemne, señalando que “acabamos de enterrar a nuestro querido papa Francisco y los cardenales están a punto de entrar en un cónclave solemne para elegir a un nuevo sucesor de San Pedro. No se burle de nosotros”. Por su parte, el portavoz del Vaticano, Matteo Bruni, evitó comentar el tema durante una rueda de prensa el sábado.
Este episodio reaviva el debate sobre el respeto a las creencias religiosas desde el poder político. No es la primera vez que un presidente estadounidense es acusado de ofender a los católicos: en 2024, el entonces expresidente Joe Biden fue duramente criticado por hacer la señal de la cruz durante una manifestación a favor del aborto en Tampa, Florida.
La publicación de Trump, sin embargo, ha sido calificada por algunos líderes religiosos como una burla directa en un momento de duelo global.