Abel Ortiz Prado
Recientemente, el Presidente Donald Trump sacudió a los mercados al exigir a la Reserva Federal “FED” la reducción inmediata de las tasas de interés de nuestro vecino país del norte, argumentando que sin una rápida disminución de estas, la economía podría desacelerarse a un ritmo preocupante en un abierto enfrentamiento con Jerome Powell, actual presidente de la FED, quien contrariamente sostiene que las tasas no deberían bajarse hasta asegurarse de que las tarifas comerciales impuestas por el presidente norteamericano, no provoquen un aumento persistente de la inflación en el marco del mandato dual que le confiere el Congreso de contener la inflación y garantizar el pleno empleo a dicha institución. Este choque, no solo encendió las redes sociales, sino que también causó una caída en los mercados de valores y un aumento en los rendimientos de los bonos, mientras los inversionistas contemplaban mayores repercusiones por la independencia de la política monetaria, alimentando las preocupaciones sobre la autonomía del banco central estadounidense. En línea con lo anterior, en nuestro país, la presidenta de México ya le ha encargado al Secretario de Hacienda que busque el camino con la banca de desarrollo y múltiple, para bajar las tasas de interés y dinamizar en consecuencia la economía nacional, pero sin riesgos; con el propósito de cumplir con uno de los puntos centrales del “Plan México” que propone garantizar el acceso al financiamiento para al menos el 30% de las PyMEs del país para el año al 2030. Este es uno de los grandes temas que sin duda se abordaran en la 88 Convención Nacional Bancaria, el foro más importante del Sistema Financiero Mexicano, donde Nayarit los días 8 y 9 de Mayo próximos, será sede, consolidando por cierto al estado como destino líder en México.
Al respecto en una primera instancia, diversos especialistas financieros han advertido que las tasas de interés no se pueden bajar por decreto o voluntad política, sino que se requiere que el gobierno genere las condiciones propicias. Asimismo, coinciden en que, si la “Política Monetaria” se alinea con los objetivos del ejecutivo, enviarían señales negativas a los mercados, -similar a lo que sucede actualmente en EEUU- en especial cuando la inflación, aunque en descenso, aún no ha sido plenamente controlada. Por otra parte, la Asociación Mexicana de Bancos refiere que las metas son alcanzables bajo un esfuerzo de colaboración mutua en rubros como: 1. Apoyo de la banca de desarrollo, 2. Integrar a las Mipymes a cadenas de proveeduría de empresas ancla, 3. Reducir la informalidad, y 4. Cambios regulatorios para la simplificación de requisitos, aspecto este último en el que la coordinadora del Consejo Asesor Empresarial del Gobierno de México, -Altagracia Gómez- ya se ha pronunciado por que los procesos de validación para otorgar crédito, sean más simplificados, ya que la tarea de la banca no solo es captar, sino también “colocar”, en tanto que la presidenta de Nación Incluyente A.C. -Soraya Pérez- detalló al respecto, que las PyMEs necesitan un esquema de financiamiento de acuerdo con las necesidades y capacidades de los diferentes tipos de negocios, puesto que, de acuerdo con el BANXICO, de los 3 millones de PyMEs formales, solo el 11.43% tienen acceso a crédito. También propone fortalecer el acceso a capital en los primeros años de vida ya que solo el 70% supera los primeros 3 años -periodo considerado como el “Valle de la Muerte”-.
Ante esta interesante interrogante de que si ¿los Bancos pueden bajar sus tasas de interés? el director general de Santander México, Felipe García Ascencio, en el marco del “Encuentro Santander-América Latina”, adelantó que los intereses que cobran las instituciones financieras dependen principalmente de la tasa de referencia de BANXICO, y que si esta baja, es posible trasladar dicha disminución a los clientes, aunque no de forma inmediata ni uniforme. (La junta de gobierno de BANXICO decidió bajar la tasa de referencia en 50 puntos base para ubicarse en un 9.00% a partir del 27 de marzo pasado, después de haber alcanzado su máximo histórico del 11.25% en febrero del 2024). Al respecto precisa, que hay algunos segmentos de mercado que reaccionan más rápido a las tasas, mientras que otros reaccionan más lento y como ejemplo recordó que cuando el banco central subió la tasa de referencia del 4 al 10%, las tasas de las hipotecas prácticamente no cambiaron al ser créditos de muy largo plazo. Así pues, agrega que en la medida que BANXICO avance en su ciclo de reducción de tasas, esto permeará al resto de la economía aunque explico que cuando el diferencial de tasas entre la Reserva Federal y el BANXICO se reduce demasiado -por debajo de 400-500 puntos base- el tipo de cambio se convierte en la variable de ajuste por lo que “creo que en esa parte hay que ser muy cuidadosos” -actualmente la tasa de la FED es del 4.50% con un diferencial de 450 puntos base con el 9.00% de la tasa de BANXICO- Expresado lo anterior, es importante destacar para concluir, que se requiere mayor educación financiera para los pequeños empresarios, ya que muchos consideran que el crédito es malo, pero la realidad es que el apalancamiento incrementa el rendimiento sobre el capital invertido, lo que deja margen para innovar y generar nuevas líneas de negocio. Este tema lo analizamos actualmente en mi catedra de Sistema Financiero, en la maestría de Gestión de Negocios de UNIVAM con un valioso equipo de jóvenes estudiosos. [email protected]. Académico, Consultor en Finanzas, Administración Pública y Asociaciones Público-Privadas.