Aidee Rivera Escobedo
El uso de plataformas digitales ha evolucionado de manera acelerada junto con el desarrollo de las tecnologías de información en la comunicación, facilitando el acceso y la inmediatez de los usurarios a la información.
Las redes sociales, por su parte, se han vuelto protagonistas de dichas plataformas y su transformación, pues de tener un objetivo inicial de entretenimiento y de interacción entre comunidades estudiantiles se han consolidado también en intereses formales que han sido de provecho para empresas y organismos oficiales.
Tal es el caso, que desde el 2015 el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), se ha ocupado en la generación de datos estadísticos a través del análisis de indicadores obtenidos de fuentes de Big Data, además de generar la herramienta Estado de ánimo de los tuiteros en México, con la que en 2017 destacó la baja de positividad en los mensajes de usuarios de la red social Twitter a partir de los sismos presentados el 7 y el 19 de septiembre.
Dicho indicador debe ser tomado en cuenta por el Ejecutivo mexicano, ya que aunque los fenómenos naturales, que dejaron como saldo 471 fallecidos y 184 mil viviendas afectadas en distintas entidades del país, no dependieron del Gobierno de la República, la difusión de las acciones emprendidas para responder a la emergencia sí fue de su competencia.
Lo anterior llama la atención ya que al inicio de este sexenio se estableció la Estrategia Digital Nacional para “construir un México Digital”, que entre otros objetivos persigue aprovechar instrumentos como Internet para aumentar las posibilidades de información para la población, a través de la también estrategia del Gobierno de la República en Comunicación Digital y Redes Sociales.
En el caso mencionado, a pesar de que en las distintas etapas del plan de respuesta por los sismos, se puedan destacar datos como la atención de más de 226 mil casos por parte del Sector Salud ante la emergencia, y la movilización de 126 mil elementos de las Fuerzas Federales y de todas las dependencias gubernamentales; la difusión de información a través de cuentas oficiales fue insuficiente para cambiar la percepción de usuarios de la red social Twitter. Vale la pena considerar cómo mejorar esta estrategia de comunicación nacional para contribuir al mejoramiento del humor social.