Redacción Sentido Común
Después de meses de aplazamientos y de empates en las votaciones entre los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el alto tribunal mexicano ha decidido que Mario Aburto continúe en prisión. La ministra Lenia Batres ha sido la elegida para romper el equilibrio que había entre los integrantes de la primera sala sobre el futuro del homicida confeso de Luis Donaldo Colosio.
Con su voto y el de Loretta Ortiz y Juan Luis González Alcántara, la Corte ha revocado el amparo que liberaba de forma inmediata a Aburto y ha ordenado reponer el procedimiento, para que en el juicio se consulte a los familiares de Colosio, asesinado hace 30 años.
Mario Aburto mató al candidato presidencial del PRI el 23 de marzo de 1994 mientras estaba en un mitin en Tijuana, Baja California. Unos meses después fue condenado a 45 años de prisión por homicidio calificado. La sentencia se basó en las penas que contemplaba el Código Penal Federal, en las que se podía sancionar un asesinato con hasta 50 años de cárcel. Sin embargo, en el Estado donde se cometió el magnicidio la pena máxima para ese crimen era entonces de 30 años. Con base en esta diferencia, la Defensoría Pública Federal interpuso un amparo a favor de Aburto.
Los defensores, que solicitaban que la pena de Aburto se ajustara al Código Penal de Baja California, argumentaban: “Desde el año 2010 existe jurisprudencia firme de que, cuando los jueces federales juzgan delitos del orden común por su conexidad o relación con delitos federales, las normas penales que deben aplicarse son las de la entidad federativa en la que se cometió el hecho delictivo”. El Primer Tribunal Colegiado en Materia Penal del Segundo Circuito le concedió el amparo en octubre de 2023 y ordenó que se dictara una nueva sentencia para el homicida, con base en las leyes estatales. Esto implicaba que este 23 de marzo, Aburto debía salir de prisión.
Ante esa posibilidad, la Fiscalía General de la República (FGR) interpuso un recurso de revisión contra el amparo, que es el que ha estado estos meses analizando la Suprema Corte. El Ministerio Público argumentó que el tribunal colegiado omitió dar vista y escuchar a las víctimas directas e indirectas de este delito, entre ellas, la familia de Luis Donaldo Colosio, lo que las dejaba en estado de indefensión.
Después de varios aplazamientos, a final de septiembre, los integrantes de la primera sala votaron. El ministro Jorge Pardo Rebolledo se declaró impedido para analizar el caso porque en 1996 era juez federal y participó en la exoneración de Othón Cortés, quien era el chófer de Colosio y al que la antigua Procuraduría General de la República acusaba de haber colaborado con Aburto. Eso propició el empate: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Margarita Ríos Farjat se pronunciaron a favor de mantener el amparo, y Loretta Ortiz y Juan Luis González Alcántara, en contra.
La ministra Ríos Farjat explicó su postura en que en 1994 las víctimas estaban representadas por la Fiscalía: “Por ello en este caso no se les dio la intervención dentro de la causa penal ni en el juicio de amparo. Por esa razón, yo no puedo acompañar una propuesta que reabre un proceso donde la participación de las víctimas en la época de los hechos no tenía un alcance como el que ahora se pretende. Una repetición que, además, puede alargar innecesariamente su juicio, generar revictimización y expectativas ilusorias a las víctimas indirectas donde el Ministerio Público ya ejerció la representación debida”.
Ante el empate se llamó a Lenia Batres, que está integrada en la segunda sala, para decantar la decisión. Ella se ha alineado con la propuesta de revocar el amparo y reponer el procedimiento para que se llame a las víctimas. La ministra no ha explicado su decisión.
En enero de este año, Luis Donaldo Colosio Riojas, hijo de la víctima, pidió la excarcelación de Aburto, el único detenido por el magnicidio. El senador de Movimiento Ciudadano ya solicitó al entonces presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, que indultara al preso. “Apelando la compasión del presidente, yo diría que mejor indulte a Mario Aburto. Que ponga carpetazo final a este asunto y permita que tanto mi familia, como México, sanemos”, apuntó. El enredo judicial llega en un momento en que la FGR ha reabierto el caso con la hipótesis de un “segundo tirador” vinculado al del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN).