spot_imgspot_img
InicioOpiniónLa Catedral del Mar y Barcelona

La Catedral del Mar y Barcelona

Publicidadspot_img

Rubén Aguilar Valenzuela

La serie de ocho capítulos, La Catedral del Mar (España, 2018), se basa en la obra homónima de Ildefonso Falcones, publicada en 2006 con gran éxito editorial, que es su primera novela.

Solo en el primer año de su edición en España (español y catalán) se vendieron 1 000 000 de ejemplares. La obra se ha traducido en 15 idiomas y se ha vendido en más de 40 países.

Los ocho capítulos, de poco menos de una hora, han sido dirigidos por Jordi Frades, que en el quinto contó con la colaboración de Salvador García.

El guion del primero y octavo capítulo es de Rodolf Sirera. El segundo de Antonio Onetti. El tercero de Sergio Berrejó y Antonio Onetti. El cuarto y el quinto de Sergio Berrejó. El Sexto de Rodolf Sirera, Sergio Berrejó y Antonio Onetti. El séptimo de Rodolf Sirera y Antonio Onetti.

La novela y la serie están ambientadas en el siglo XIV cuando Barcelona, la ciudad condal, bajo la corona de Aragón, vive ese momento uno de los más prósperos de su historia. La ciudad ha crecido hacia la ribera del mar y ahí, un humilde barrio de pescadores, con sus propios recursos ha iniciado la construcción de la iglesia de Santa María del Mar.

En ese entorno, se sitúa la historia del siervo, Bernat Estanyol (Daniel Grao), un campesino que presencia, el día de su boda, como el señor feudal abusa de su esposa según el derecho ius prima enoctis, que estos señores poseían en esa época.

Un día logra “raptar” a su hijo recién nacido, que se encuentra con su madre en el castillo del noble, para amamantar al hijo de este. De manera accidental mata a un guardia del castillo.

Con su hijo, huye hacia Barcelona donde vive su hermana casada con un artesano que ha hecho fortuna. Este y su hijo, Arnau Estanyol (Hugo Arbues, de niño, y Aitor Luna, de adulto), pese a ese parentesco viven en una situación económica muy difícil.

Arnau, para sobrevivir trabajará en lo que se le ofrece, por una serie de circunstancias que le resultan favorables logra convertirse en hombre libre y después en un rico cambista, oficio que aprende de un judío, que lo protege después de que salva la vida de sus hijos pequeños.

Su nueva situación de vida provoca la envidia de sus enemigos, quienes consiguen, mediante delitos inventados, llevarlo a juicio de la Inquisición. Huye de Barcelona y se incorpora a la guerra. Después de años regresa a la ciudad donde vuelve a tener una posición privilegiada y de reconocimiento social.

Un personaje central de la serie es la ciudad de Barcelona y la evolución que vive en el siglo XIV mientras se construye la iglesia de Santa María del Mar. El caso de Arnau es un ejemplo de cómo alguien, en esa nueva realidad, nacido pobre puede escalar socialmente y hacerse rico.

La serie es una gran producción. La historia está bien construida aunque a veces me parece que se vuelve maniquea, los buenos son radicalmente buenos, y los malos radicalmente malos. Se les caricaturiza.

Hay una segunda temporada que se basa en la novela Los herederos de la tierra de Ildefonso Falcones y lleva el mismo nombre que la novela.

Las dos se pueden ver en Netflix.

Publicidad
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
- Publicidad -spot_img
Related News
Publicidad