Rafael G. Vargas Pasaye
Una imagen todo comunica, o al menos eso fue lo que muchos pensamos el pasado viernes por la noche cuando el Gobernador del Estado de Nayarit, Antonio Echevarría García compartió en sus redes sociales una fotografía donde quedó constancia de que fue recibido por el gabinete de seguridad del Gobierno Federal.
De primera instancia uno podía preguntarse qué mal estará el estado si los titulares de Marina, Defensa Nacional, Gobernación y Seguridad Pública, atienden al mandatario, sin embargo, días después se supo que la razón de la reunión era que todos los gobernadores emanados del Partido Acción Nacional se reunirían con el gabinete de seguridad para revisar lo concerniente a la Guardia Nacional, un tema de alta relevancia.
Sin embargo, en un movimiento de la dirigencia nacional blanquiazul se convenció al resto de los gobernadores panistas para que no asistieran a ese cónclave, y dejaron solo a Antonio Echevarría García quien decidió ingresar a la reunión perdiendo así quizá el apoyo del blanquiazul pero ganando muchos adeptos en otro costado.
Y quizá justo sea lo que ahora se necesite en Nayarit, tener una buena relación con el Gobierno Federal porque la parte más sustantiva de los recursos para seguir echando a andar este estado provienen de allí, de las arcas federales que parecen no tienen límite y que en el momento de las definiciones, como se están tomando desde el centro, más vale estar en el buen ánimo de quien decide.
Es una verdad que Echevarría García cada vez se ha distanciado más de las filas blanquiazules, muestra de ello fue el pasado proceso interno del PAN en Nayarit, así como la orden que se dio desde Palacio de Gobierno para que aquellos funcionarios que estaban colaborando o ejerciendo un cargo en el partido fueran forzados a definirse por una u otra opción; bajo esa lógica partidista o, mejor dicho no partidista, el gobernador Echevarría ha tomado una decisión trascendente.
La misma que se refleja en algunas encuestas, donde aparece en ciertos rubros como uno de los gobernantes mejor calificados, sin embargo, ese tipo de herramientas no le quita el sueño porque lo que él piensa está más allá de una cifra, en lo que verdaderamente tiene enfocados sus esfuerzos es en su legado, seguir caminando por las calles de Nayarit con tranquilidad, como lo hace su padre.
Parecería que el 2021 queda todavía muy lejos, pero con decisiones como la tomada empieza todavía a esclarecerse más el tablero y los jugadores, el Gobernador de Nayarit optó por tener el afecto y el trato con el Gobierno Federal, aunque algunos de sus voceros y colaboradores todavía no lo entienden o no les parece lo mejor. Harían bien, al menos, en ayudarle al mandatario quien ha jugado sus cartas y parece ya le empiezan a rendir frutos.
@rvargaspasaye