Redacción Sentido Común
Recientemente la Secretaría de Salud (SESA) de Tlaxcala emitió unaalerta epidemiológica por un incremento de casos del Síndrome de Guillain-Barré.(SGB). Este hecho reactivó la vinculación que especialistas han identificado con lavacuna contra COVID-19.
El estudio concluyó que existía una asociación fuerte entre ambas patologías, además, los estudios analizados recalcan diferencias en la presentación de la enfermedad con mayor gravedad en los cuadros de síndrome de Guillain-Barré asociados a COVID-19.
Sin embargo, en ese momento se reconoció que aún faltaba mucha información entre la relación y sus implicaciones.
Un estudio publicado en la Revista Uruguaya de Medicina Interna analizó el Síndrome de Guillain-Barré recurrente asociado a vacuna anti-COVID-19 en un informe de caso, es decir, en una persona en particular.
El artículo retoma que “ha sido probada la aparición de la enfermedad asociada a inmunizaciones anti-COVID-19 en múltiples estudios».
No obstante, también señala que “la incidencia de los casos de SGB asociados a la vacunación post-COVID no es sustancialmente mayor a la relacionada con otras vacunas, siendo de 5.8 casos por millón de dosis, por lo que se concluye que el riesgo en proporción con los beneficios de la vacunación es muy pequeño”.
En otras palabras, el beneficio del fármaco es muchísimo mayor al riesgo que conlleva.
El síndrome de Guillain-Barré es una enfermedad poco común que afecta al sistema nervioso. Ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error a los nervios sanos del cuerpo.
Según información de la Biblioteca de Medicina de Estados Unidos, actualmente se desconoce la causa exacta del SGB, pero se cree que es un trastorno autoinmunitario. En una afección de esta clase, el sistema inmunitario del cuerpo se ataca a sí mismo por error.
Los síntomas del SGB suelen aparecer de forma gradual y pueden incluir:
Debilidad muscular, que suele comenzar en las piernas y luego se extiende a los brazos y al tronco.
Hormigueo o entumecimiento en las piernas y los brazos.
Dolor en las piernas y los brazos.
Dificultad para caminar o mantener el equilibrio.
Problemas para respirar o tragar.