Luis Rubén Maldonado Alvídrez
Quien fuera mandatario del estado de Chihuahua hasta el 2021 sufre, en estos momentos, de decepción aguda: los ex gobernadores no tienen poderes plenipotenciarios y no le queda otro camino que buscar la impunidad tras la sombra de Claudia Sheibaum.
Dicho exgobernador fue muy capaz para tomar decisiones cuestionables y le faltaron en su gabinete personas talentosas y de inteligencia superior.
Desde la oposición a la que estuvo acostumbrado siempre, desde la trinchera democrática, calificaba las acciones de gobiernos que no le agradaban como improvisados, autoritarios e incapaces.
Descalificar para ganar, fue siempre su leitmotiv.
Recuerdo que a la semana de haber perdido la elección estatal en 2021, Enrique Serrano Escobar llegaba a los restaurantes de Chihuahua y era saludado por adversarios y afines.
Cuando el neomorenista (en ese entonces panista) llegaba a algún restaurante o cantina, los saludos eran nulos.
Hay que recordar que las y los chihuahuenses calificaron al gobierno de Javier Corral con un porcentaje de aprobación del 28.1%, calficación que lo llevó ocupar el lugar 20 de 32 en la lista de mandatarios estatales.
Actualmente, el expanista ha sido objeto de notas informativas en las que se documenta que en diferentes lugares de la capital chihuahuense ha sido insultado y agredido por víctimas de su persecución política mientras fue gobernador.
Sorprendido intenta victimizarse pero, la sociedad chihuahuense, no se traga el cuento: él se dedicó a sembrar discordia, odio y violencia.
¿Qué esperaba? ¿Qué sus palabras no tuvieran consecuencias?
Odio, división y diatriba son las grandes obras de su mandato; hoy cosecha lo que con tanto ahínco sembró.
Recuerdo que en algunos puntos del estado, mientras fue gobernador, medios de comunicación sorprendieron con encuestas en las “benditas redes sociales”, en las que preguntaron a los usuarios quién ha gobernado mejor, sí César Duarte o Javier
Corral. Los resultados son muy similares a su aprobación como gobernante: 20% a favor del panista, 80% a favor del priista.
Fiel a su estilo, nunca no le hizo caso a nadie, más que a él. Recuerdo como desdeñó tal información: “no me voy a detener en esas cosas, porque todas esas cuestiones tienen que ver con el golpeteo político”.
Tengo amigos exgobernadores dentro y fuera del estado, con los que platico regularmente y una constante entre las pláticas es la queja de que cuando llegaron al poder, estaban llenos de amigos y conforme se agotaba el poder, esos amigos disminuían, “y al final, me fui solo”, es una idea arraigada entre ellos.
El neomorenista está en es punto donde comienza se dio cuenta que perdió el poder y ha llegado la hora de buscar impunidad.
Llegó con un gran respaldo popular y una votación sorprendente y hoy está en el basurero de la historia chihuahuense.
Las palabras no se las lleva el viento cuando se hace política con violencia verbal y mala entraña.
ESPRESSO COMPOL
De lunes a jueves podrá escuchar, en dosis de 15 minutos, Plan de Vuelo radio en donde analizaré la comunicación política de los actores locales y nacionales. En punto de las 12:45 de la tarde por La Patrona 94.1 FM.