Redacción Sentido Común
El 11 de Julio de 1991 ocurrió uno de los eclipses solares más largos, su duración fue de siete minutos y todo México se paralizó para contemplarlo, recordó Julieta Fierro, investigadora del Instituto de Astronomía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Estos eventos astronómicos se forman por una coincidencia extraordinaria de la naturaleza. La Luna, vista desde la Tierra, tiene aparentemente el mismo tamaño del Sol, y de vez en cuando este satélite pasa justo delante de nuestra estrella, lo cubre totalmente y todo se oscurece.
Son poco frecuentes porque la sombra de la Luna es muy pequeña y no todos los países lo pueden ver. Además de ser muy breve, porque los astros parecen del mismo tamaño.
De vez en cuando la Luna está más cerca y se ve un poco más grande que el Sol y es cuando los eclipses son más largos. Esto sucedió en aquel 1991, un evento que fue visto en gran parte de la República Mexicana.
En México serán visibles próximamente dos eclipses solares: el primero se verá en la Península de Yucatán en octubre del 2023, pero en esta ocasión será anular. Es decir, que se verá un anillo alrededor de la Luna. El segundo, será visto en abril del 2024 y se verá desde Mazatlán hasta Coahuila.