Rafael G. Vargas Pasaye
Carlos Rovelli publicó “La realidad no es lo que parece” en 2014 y su traducción al español llegó un año después provocando con sugerentes y fundamentadas propuestas, la principal quizá es que debemos poner en duda todo lo que actualmente sabemos y pensamos.
No es una idea cualquiera, la sustenta en una agradable y amena escritura que va desde en análisis e historia de algunas las teorías de las ciencias naturales que en ocasiones damos por sentadas que serán para toda la vida y es justo en ese parpadeo donde el autor nos hace una señal para interrogarnos algo más.
Pensemos por ejemplo en los tiempos en que se creía que la tierra era plana o en los primeros indicios para medir el tiempo, sí, algo tan elemental pero que muy probablemente muy pocos de los que en este momento leen este texto se habían puesto a pensar porque lo damos por hecho, porque alguien más ya lo pensó e incluso comprobó o porque decidimos que no es necesario volverlo a pensar.
Esa es la provocación de Rovelli y llega en un gran momento, a los tiempos modernos donde es bueno reescribir algunos capítulos de nuestra historia. Pensar que porque siempre se ha hecho así, así es, no es el mejor argumento.
Lo correcto no necesariamente admite la mejora. O bajo la lógica de que si funciona no lo cambies entonces tampoco sabremos si puede ser perfectible. Es un tema de procesos, de pensamiento, pero también de mucha actitud, de atreverse a decir: un momento, la tierra no necesariamente tiene que ser plana.
Por ejemplo, con relación a la mecánica cuántica nos señala el autor que “no debemos pensar cómo son las cosas, sino cómo interactúan”, y con eso ya se le da un nuevo enfoque al conocimiento.
Las páginas son de una riqueza en cuanto a divulgación de la ciencia se refiere, uno al leer tiene más nociones de agujeros negros, del tiempo y su relación con el espacio, de modelos cuánticos, logra atar personajes, relaciones, movimientos, de allí que obtuviera el Premio Galileo 2015 a la Divulgación Científica.
Y de allí también a que sea una invitación permanente para leer y promover la ciencia, pero sobre todo para pensar que lo que conocemos como realidad, en verdad puede no serlo así, esto es, que la realidad no necesariamente es lo que parece.
@rvargaspasaye