Dr. Carlos Díaz Abrego
Así cómo sucedió en el proceso de la consulta ciudadana a la revocación de mandato, cuando todo el “aparato” contra el Estado mexicano se volcó para ir contra el gobierno federal y hacer el “vacío” a López Obrador y su partido Morena, lo mismo sucedió el fin de semana pasado, cuando se voto contra la propuesta a la reforma eléctrica. Sin embargo, la diferencia entre un hecho jurídico y otro, es abismal. ¡En fin! En ambos, la oposición triunfó.
Cómo pudimos ver, previo al debate a la reforma y las muchas reflexiones nacionales y locales contra la estatizadora propuesta para que el Estado mexicano monopolice el suministro eléctrico y la CFE, creara un mercado paralelo ilegal, en donde las empresas privadas simulaban generar electricidad para autoabastecerse. La oposición en su conjunto se unió y votó en contra de la propuesta del presidente y de su partido en el gobierno.
Una vez más, los medios de comunicación y cientos de miles de incondicionales cerraron la “puerta” para socializar la idea de lo malo que significaba la Reforma Eléctrica, situación que en está ocasión si era verdad. La oposición en su conjunto, se unió en prácticamente un bloque sólido y no dejo pasar la nefasta iniciativa legislativa. Es de destacar y aplaudir, la posición que tuvieron los partidos políticos PAN, PRI, PRD y MC.
Desde el punto de vista estrictamente político, llamó la atención ciudadana ver cómo sí se puede derrotar al partido en el gobierno, Morena. Así como al todo poderoso presidente de la república, cuando la oposición partidista se pone de acuerdo, dejando atrás sus personales intereses políticos y de grupo, anteponiendo los intereses del pueblo. Por todo ello, es fundamental y por el bien de la nación, sigan construyendo acuerdos políticos.
Está muy, muy claro en el colectivo nacional, que si existe voluntad política de los partidos políticos que constituyen la oposición, se puede derrotar y aplastar a Morena y sus aliados. Es evidente, que AMLO y su partido, no son invencibles y cómo todo en la vida, tiene un principio y un fin. Se puede pensar, sin lanzar las campanas a vuelo, que pudiera ser la señal que la ciudadanía necesitaba, para tener claridad que se puede derrotar en las urnas al déspota mandatario.
El comportamiento político de la oposición, más allá de ideologías, principios e historia propia de cada instituto, debe estar subordinado al interés del pueblo. Hoy más que nunca necesitamos de la generosidad política y social de cada uno de los líderes de los partidos políticos y pensar en el beneficio del país, que pide a gritos condiciones de normalidad de vida. El ciudadano, tiende a maximizar la utilidad que demostraron las fuerzas políticas, para tirar una propuesta de reforma y pensar en beneficiar al pueblo, sacando a Morena en 2024.
Las mujeres y hombres del país, cómo familias enteras, prefieren más de lo bueno y menos de lo que les cause mal. Desde el 2018 con la llegada del actual gobierno de la república, no hemos tenido descanso al ver el grave deterioro social, económico y político. Ya no hay pretexto por parte de la oposición, que demostró que sí se puede.
¿No cree usted?