Redacción Sentido Común
Previo al reinicio de la temporada 2019-20 de la NBA entre Nueva Orleans y Utah, se vivió un momento muy emotivo en la ceremonia del himno nacional de los Estados Unidos: los jugadores entrenadores y árbitros alineados a un lado de la cancha con los brazos entrelazados y una rodilla en el suelo.
Además, portaban camisetas de color negro y la inscripción en color blanco, Black Lives Matter, la misma que se puede leer en el suelo de la cancha. Así permanecieron mientras el músico John Batiste interpretaba el himno estadounidense.
Los jugadores ignoraron la norma de la NBA que no les permite arrodillarse mientras suena el himno. Pero la ocasión era especial. Y, ya antes de que se produjera, el comisionado de la NBA, Adam Silver, se mostró comprensivo. “Entiendo el papel de la protesta”, afirmó.