Rafael G: Vargas Pasaye
Desde su presentación, la Guardia Nacional ha sido el ariete que ha utilizado el Gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador para decir al público que es la respuesta al problema de la inseguridad. La Guardia Nacional por lo tanto resolverá todo en todos lados.
Sin reglas claras, sin mecanismos de promoción en su interior, conformado por elementos que estuvieron entre otros en el ejército, o en policía federal, con un presupuesto que llegó antes que sus reglas de operación, como fuera, la Guardia Nacional hizo su debut apresuradamente y de inmediato fue canalizada para apaciguar la crisis de ese momento: contener en la frontera sur de México el ingreso de los migrantes centroamericanos como fue la petición de Estados Unidos.
Desde ese instante ese ha sido su papel, evitar, contener o enfrentar la crisis del momento, a donde se requiera estará, el caso emblemático de Culiacán es uno de los episodios más recientes.
Varias voces han señalado que sería el campanazo que necesitaban contra el narco para hacer sentir su verdadero peso, sin embargo la falta de coordinación (quizá incluso de experiencia y tacto) del operativo hizo que lo que sería un momento de gloria se tradujera como instantes de angustia.
Días antes a este hecho, la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero había declarado que elemento de la Marina habían abandonado el estado de Guanajuato y en su lugar llegaban elementos de la Guardia Nacional, esto se entiende, ahora también los de la segunda harán las labores de la primera, de nuevo el tutti frutti de las funciones de la Guardia Nacional salía a relucir debido a la ausencia de protocolos de actuación, a que su mando responde a ocurrencias y no a estrategias.
Las estadísticas nos hacen ver que la inseguridad sigue creciendo, que los daños colaterales no solamente se reflejan en el campo directo, sino también en los ánimos de las fuerzas de seguridad y en los espacios que se pierden.
La más reciente nota de la Guardia Nacional, como perfecto colofón previo al día de Muertos es que de acuerdo a un comunicado de la misma Secretaría de Gobernación (otra vez la comunicación política de la oficina encargada de la política interior del país) informó que se solicitaría apoyo a la primera para hacer operativos contra quienes tienen aplicaciones de movilidad tipo Uber o Didi en aeropuertos del país como parte de los acuerdos con los taxistas. A tal grado fue la nota que el subsecretario Ricardo Peralta tuvo que salir a desmentir, decir que no era así, aunque ellos lo habían dicho anteriormente.
Este selección de coincidencias no son gratuitas, alguien sale ganando con todo esto, pues al paso que va la Guardia Nacional se está volviendo la caja china del Gobierno de México, esto es quien desvía la atención, quien jala la marca para que otro haga un movimiento sin que nos percatemos, el o la edecán del mago; y lo malo es que de tanto repetirse su desgaste además de ser evidente, repercutirá en un desgaste que le haga merma a una institución (se supone) emblemática del Gobierno de la 4T.
@rvargaspasaye